La Estafa del COIIM (XXVI)

"13. Dimita, Junta de Gobierno del COIIM, porque Ustedes tienen como finalidad última la correcta tutela del ejercicio de la profesión como garantía de los derechos de los ciudadanos, que es la de proteger y amparar a los ciudadanos cuando estamos siendo estafados por sus Colegiados. Han demostrado ser una Corporación de Derecho de Pernada con el suficiente Ánimo de Lucro y la Personalidad Jurídica Propia para prevaricar y estafar sentenciando que en un Taller de Chapa y Pintura no se forman atmósferas explosivas. ¿No se les cae la cara de vergüenza? Dimitan porque son unos grandísimos pedazos de mierda al asegurar que los proyectos industriales de instalación eléctrica y de medidas contra incendio de un Taller de Chapa y Pintura se pueden hacer como un local de entretenimiento y no como un local con riesgo de incendio y explosión. Son unos sinvergüenzas capaces de visar una mierda con tal de cobrar."

Extracto del Libro: 1.000 motivos por los que debe dimitir la Junta de DesGobierno del COIIM, por David Orejas Demono."

Nota añadida desde un estercolero, por David:

-¡Kon Kondón, Señor DeKano Tuercebotas, Kon Kondón! El Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid es una Mafia. ¡Vaya pillada! Explíquenme cómo pueden ser tan gilipollas para poner su Prestigio a la misma altura de esas mierdas que visaron.

-¡Mira, mira cómo tratan a las personas en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid! Poco más y le sacan como en las películas del Oeste por las puertas abatibles del Saloon: ¡Váyase de aquí, molesta mosca cojonera! ¡Exactamente, es Usted una "persona non grata"!



"DAVID (un Orejas de Mono) contra GOLIATH (El Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid), COMBATE del AÑO", rezaba el cartel del recinto.

-¡A mi izquierda, David, un Orejas de Mono pequeñito pero muy mono!, estaba diciendo el árbitro de la contienda, el cual pertenecía a la Corte de Arbitraje del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.

Un enorme rugido surgió del anfiteatro. Estaba abarrotado por gente de todo tipo. Diez mil Ingenieros estaban gritando improperios. Se escuchaba un enorme rugido y una palabra repetida una y otra vez: ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!

En otro plano, se escuchaban los gritos de ánimo de la Asociación de Esqueletos Preparicados y Estafados por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid. Sus calavéricas mandíbulas subían y bajaban al unísono, con gritos de ánimo que eran tapados por el ¡Fuera" tan estruendoso de la oposición.

El árbitro de la contienda prosiguió:

-¡A mi derecha, el Dekano de todos los Ingenieros Industriales, un Ilustre ciudadano capaz de triturar a la Sociedad con una mano!

El rugido cambió de mano. Los gritos de ¡Fuera! de la Asociación de Esqueletos Prevaricados y Estafados eran tapados por los ¡Hurras! de los Ingenieros Colegiados. El árbitro de la Corte de Arbitraje estaba satisfecho con los gritos de ánimo. Levantó los brazos para pedir el silencio y la atención de la sala. En el centro, un cuadrilátero con tres personas estaba iluminado por enormes focos.

-¡El título en juego es el de "ESTÚPIDO DEL AÑO"!, prosiguió diciendo el árbitro de la Corte de Arbitraje.

Ahora se dirigió a los dos contendientes con el micrófono en la mano. Todo el público debería escuchar sus palabras.

-¡Quiero un combate legal. No valen los golpes bajos. Suerte, Decano! ¡Qué empiece el primer round!

Salió una bella señorita con un cartel en la mano que decía "ROUND 1". El griterío fue aun más ensordecedor. Por el contrario, la Asociación de Esqueletos Prevaricados y Estafados solo podían mirar atónitos a la señorita pues sus esqueléticos cuerpos ¡no tenían polla!

Ambos contendientes empezaron la pelea. El Dekano se preparó para su más mortífero golpe.

-Nosotros, el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, el COIIM, somos necesarios para la Sociedad porque visamos los proyectos comprobando que se han realizado según la Normativa Vigente.

El puñetazo iba a ser tremendo y mortífero. Un enorme puño se dirigía directamente a la mandíbula de David. Sus ojos se pusieron como platos. Parecía que iba a ser fatal tremebundo puñetazo. David lo esquivó con gracia y salero ante la estupidizada y sorprendida mirada de los miles de Ingenieros, quienes rugieron un enorme ¡UYYYYY!

David fintó a izquierdas, después a derechas, pegó un brinco, cayó al suelo del cuadrilátero agazapado como un gato, y esperando el momento apropiado, lanzó un dedito y dijo:

-Para el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, el COIIM, en un Taller de Chapa y Pintura no se forman atmósferas explosivas.

El Decano del COIIM, tal enorme Goliath, recibió la embestida. Cayó al suelo del cuadrilátero. Sonó un timbre que ponía fin al primer round. Los árbitros de la contienda, todos ellos pertenecientes a la Corte de Arbitraje del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, anotaron quién había ganado la primera acometida.

-Dekano Goliath, 10 points; David, 0 points.

Y así se lo hicieron saber a la atestada sala. El rugido fue ensordecedor. Los hurras de los Ingenieros Colegiados se escuchaban fuera del recinto. Las atónitas miradas de la Asociación de Esqueletos Prevaricados y Estafados eran dignas de ser fotografiadas. Atónitas miradas con unas mandíbulas abiertas, ¿atónitas miradas en cuencas vacías?


David se despertó. Sudaba y sudaba por la pesadilla que había tenido. Se levantó a tomar un vaso de agua. Volvió a la cama y se durmió pensando, ¿pero qué coño? ¿está amañado el combate?


"En parte, la presente video-novela (4ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."

Definición de Prevaricación según la RAE: Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.

Definición de Prevaricación según Antonio: ¡Ahí va! ¡Serán delincuentes!

Definición de Estafa según Antonio: ¡La Madre que me parió!