"3. Dimita, Junta de Gobierno del COIIM, porque si para Ustedes denegar las peticiones de trabajo 2645 y 2653 para la contratación de un Perito Industrial del Turno de Oficio para hacer un Informe Pericial de los Proyectos Industriales con números de visados 200417373 y 200417617 porque es "un encargo que excede claramente las competencias de sus Ingenieros Colegiados", ¿qué coño serán los proyectos que Ustedes mismos han visado y no pueden hacer un Informe Pericial? ¿Son unos OVNIs? ¿Han visado unos proyectos sobre los que no pueden hacer un Informe Pericial porque es algo que va más allá de su inteligencia?"
Extracto del Libro: 1.000 motivos por los que debe dimitir la Junta de DesGobierno del COIIM, por David Orejas Demono."
Nota añadida forzosamente por David:
-¿Notan Ustedes en sus espaldas, Junta de Gobierno del COIIM, las suaves caricias de sus Ingenieros Colegiados? ¡Kon Kondón, Señor DeKano, Kon Kondón!
-Joder, David, ¡cada vez eres más bestia! ¿Pretendes metérsela a Goliat?
La frase se la había resumido Willy a David. Le dijo:
-Toma David, te la escribo para que resumas su significado. Willy le entregó la nota:
"Para el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, la solución a unos proyectos industriales ilegales que habían sido visados ilegalmente en su Departamento de Visados, pasaba porque el ciudadano contratara a otro Ingeniero del Turno de Oficio para que hiciera las precisiones del proyecto, si estas fueran precisas, y que lo que dijera el Informe de un Organismo de Control Autorizado sobre el proyecto era un Informe meramente informativo mientras no estuviera terminada la obra."
David la estaba leyendo. Su primera ocurrencia fue decir:
-¡Señores Ingenieros Industriales, colégiense en el COIIM que este Colegio Profesional les defenderá de las estafas que Ustedes cometan! ¡Qué animalicos que son!
-Pero, ¿cómo pueden pringarse en semejante estupidez?, preguntó Sonia, tan preguntona como siempre.
Willy les contó que no había conseguido nada de información en su viaje a Rabat. Era una mentira que le hacía sentir mal, pero creía que era por el bien de Sonia y David.
El día anterior, Willy se reunió con Javier. Habían quedado para ir a Torrejón. Javier llevaba un maletín metálico para tomar muestras. Si lo que Sall había contado era cierto, es posible que pudieran conseguir alguna prueba.
Llegaron a la dirección de Antonio. Era curioso, pensaba Willy, cómo la Sociedad se concentraba detrás de murallas y verjas para impedir el paso a personas desconocidas. Campos de concentración vecinales, pensaba Willy. Tocaron el telefonillo y les abrieron la primera puerta. La solución para que te abrieran la puerta en cualquier comunidad de vecinos era sencilla: ¡publicidad!
Se dirigieron a la parte de atrás de la entrada, justo debajo de la ventana de la casa de Antonio. Vieron el suelo y lo inspeccionaron visualmente con detenimiento. Javier abrió el maletín y empezó a tomar muestras de la zona para verificar si habría algún rastro de sangre. Sería difícil por el tiempo transcurrido y porque la zona había sufrido las limpiezas de las inclemencias del tiempo. Se sumaba a ello el reto de que los bomberos, cuando apagaron el fuego, utilizaron una serie de productos químicos que cayeron invariablemente a la zona donde presuntamente habría caído Antonio. ¿O le habrían arrojado?
Utilizaron ambos unas gafas especiales y rociaron la zona con un líquido que revelaría si había habido rastros de sangre en el suelo. Fue una tarea un tanto extraña. Algunos vecinos se asomaron por la ventana al ver a dos extraños individuos ataviados con unas extrañas gafas y que estaban agachados en el suelo intentando tapar la luz del sol con sus cuerpos. ¡Parecían dos críos gateando!
Willy le dijo a Javier:
-¡Mira! ¿Crees que puede ser?
-Difícil pero es posible.
Javier sacó una cámara de fotos digital. Empezó a tomar fotos de la zona. Las imprimió con la pequeña impresora que parecía atada y retenida por unas cinchas en el maletín. Willy dibujó en las fotografías con un rotulador rojo, las zonas donde posiblemente hubo un charco de sangre quedarían así perfectamente delimitadas y definidas. Javier iba impregnando unos bastoncillos con un líquido ligeramente tiznado de un color amarillento. Cada bastoncillo lo metía en una bolsa transparente numerada.
Willy también anotaba los números de las bolsas en las fotografías. Si sacaran algo en claro, tendrían un dibujo del presunto rastro del reguero de sangre. Parecía como si el reguero se dirigiera hacia la puerta de salida de la comunidad.
Siguieron rociando la zona en dirección a la puerta de salida. Javier observaba el trazo del dibujo que estaba realizando Willy. Un par de vecinos se dirigieron a ellos. La respuesta fue una placa de Javier y los vecinos, extrañados, se marcharon sin hacer pregunta alguna.
-Parece, parece... No sé, es como si alguien hubiera arrastrado un cuerpo ensangrentado y los pies fueron haciendo unas marcas en el reguero de sangre. ¿Las ves que casi quedan definidas? Javier estaba cavilando o elucubrando, como decía a menudo.
Ya estaban en la puerta exterior de la comunidad de vecinos. Habían dibujado y fotografiado la zona de la cancha de tenis que estaba vallada por otra reja alambrada. Justo debajo de la ventana del salón de Antonio, y en la parte superior de la alambrada, observaron que se encontraba ligeramente arqueada.
-Esto se te ha escapado de las manos, dijo Javier.
-No lo sé. Extraño, muy extraño. ¿Crees que se podrá analizar si es definitivamente sangre?
-Es posible. Veré lo que me dice el laboratorio. Se te ha escapado todo este asunto de las manos y sé que me estás ocultando datos. ¿No confías en mí?
-Escucha Javier, confía en mí. Dada la situación, esto se me escapó de las manos desde el principio al aceptar el caso. ¡Y eso que lo rechacé y finiquité con la familia! Pero...
-¿Qué es lo que está ocurriendo? Tienes pruebas, ¿verdad?
-Tengo los proyectos, películas, escritos y hasta el Diario de Antonio. ¡Te lo aseguro, Javier, algo muy gordo le pasó a ese tío!
-¿Qué quieres decir?
-Los proyectos eran una estafa. El resto son elucubraciones. Es posible... no sé, es posible que Antonio se hubiera dado cuenta de todo y que se lo hubieran cepillado. ¿Se podrá verificar el ADN en los bastoncillos de muestra?
Javier estaba pensando a toda velocidad. El crimen y la investigación eran su pasión y su profesión. Al igual que la de Willy. Solo se remitían a las pruebas. Las elucubraciones venían bien para averiguar y trazar el mapa de los sucesos acaecidos. Las pruebas parecían adquirir un irrefutable significado. Algo gordo había pasado. Pero no se podría acusar a nadie hasta tener una prueba fehaciente que corroborara todo.
El laboratorio no se hizo esperar. Las pruebas del ADN dieron positivo. Coincidían con las muestras de cabello de Antonio que habían sido recogidas en las otras escenas de los crímenes. El caso seguía complicándose más y más.
Por una parte, Sall aseguraba la muerte de Antonio. Por otra, las pruebas decían que Antonio seguía vivo y que posiblemente, o lo más probable que sucediera, es que se vengó tomándose la Justicia por su mano y después desapareció sin dejar rastro. Javier entró al trapo de toda la investigación pero de una manera discreta, sin decir nada a sus superiores. Empezó a interesarle el caso sobremanera al escuchar la grabación que Willy había realizado con Sall.
-¡Es el caso más extraño con el que me haya enfrentado!, dijo Javier a Willy cuando éste le enseñó todas las pruebas.
Javier le prometió a Willy una ayuda extra.
¿Nombres Negros? ¿Qué coño eran los Nombres Negros? Nombres Negros que Nadie podría utilizar. Nadie era la Sociedad. Y había gente que no estaba en ella. Estaban en una montaña rodeada de nubes, ocultos detrás de rostros amigables. Era el Olimpo de los Dioses.
"En parte, la presente video-novela (4ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Definición de Prevaricación según la RAE: Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.
Definición de Prevaricación según Antonio: ¡Ahí va! ¡Serán delincuentes!
Definición de Estafa según Antonio: ¡La Madre que me parió!
viernes, 3 de julio de 2009
La Estafa del COIIM (XVI)
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