¡Dimitan todos, qué cojones!, porque teniendo Ustedes como finalidad última, según artículo 5 del Real Decreto 1332/2000, la tutela del correcto ejercicio de la profesión como garantía de los derechos de los ciudadanos, esa finalidad última es evitar que los ciudadanos emprendedores sean estafados por sus Ingenieros Industriales Colegiados. Y no solo deben detectar la estafa durante el caro proceso del visado colegial de los proyectos, también a posteriori si Ustedes detectan la estafa, están obligados, por Ley, a comunicárselo al ciudadano estafado y a denunciar a ese Delincuente Ingeniero Industrial Colegiado Estafador.
¡Dimitan todos, qué huevos!, porque teniendo Ustedes, según artículo 6 del Real Decreto 1332/2000, la obligación de acreditar que se ha contemplado la Normativa aplicable en los proyectos que visan, en los proyectos con números de visado 200417373 y 200417617 ¡han acreditado repetidamente, no revocando esos proyectos, que un Taller de Chapa y Pintura no es, ni será nunca, un local con riesgo de incendio y explosión en el cual no se formará, bajo ninguna circunstancia, atmósfera explosiva alguna!
Y siendo los proyectos con números de visado 200417373 y 200417617 una estafa que fue ilegalmente visada por Ustedes, no se les ocurre otra feliz idea que la de ayudar a sus Ingenieros Industriales Proyectistas que hacen proyectos estafa que son ilegalmente visados por el COIIM, y además, le ayudaron activamente y participaron en clara connivencia, utilizando el engaño desde su posición de poder, privilegio, prestigio y conocimiento, para encubrir la estafa y al estafador, así como sus ilegales visados.
¿Quién va a querer arriesgar su capital, el bienestar de su familia y su futuro, en crear una empresa, generar riqueza y empleo, en la Comunidad de Madrid, cuando el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, el COIIM, se dedica a encubrir, ayudar, amparar, proteger, ocultar, en clara connivencia, las estafas de sus Ingenieros Industriales Colegiados, omitiendo su deber de presentar denuncia y perseguir el delito de ese Ingeniero Delincuente Estafador?"
-Es alucinante, Sonia. Léete esto que hay en el servidor de Willy.
-Dime David, ¿Qué es?
-Lee, porque Willy sabía desde hacía mucho tiempo que Antonio fue víctima de una puta estafa del Ingeniero González Carvajal con la ayuda y el encubrimiento del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid. Quitó cosas del Diario de Antonio para que no las viéramos nosotros y lo hizo a propósito.
Sonia se dispuso a leer. Había una anotación al principio, y que había sido realizada por Willy.
"Extracto del Diario del desaparecido Antonio de una conversación que mantuvo con un Suboficial de una céntrica Comisaría de la Policía Municipal de Madrid, al lado de la Gran Vía. Este extracto fue ocultado por mí, por motivos de seguridad, durante la investigación de la localización del desaparecido. La conversación ha sido verificada, corroborada y autentificada. Willy"
-¡Hola!, buenas tardes, le digo al agente que está custodiando la puerta de entrada a la Comisaría de la Policía Municipal. ¡Qué nervios!, pienso, porque casi me han dado ganas de saludarle con el gesto de llevarme los dedos, con la palma de la mano abierta, a la altura de la sien derecha, ¡como en el ejército cuando hice la mili en Melilla!.
-Buenas tardes, ¿qué desea?, me pregunta el agente, el cual acababa de atender a una señora.
-Mire, es que acabo de venir del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, ahí en la calle Hernán Cortés, y se niegan a entregarme las hojas de reclamaciones ¡incluso ante una pareja de la Policía Municipal que habéis enviado! ¿Con quién podría hablar? Es que, ¡mire cómo me han expulsado de sus dependencias!
Saco de mi carpeta la mini cámara y le enseño la grabación, entregándosela para que viera y escuchara mejor lo que grabé:
El agente me vuelve a entregar la cámara, después de haber visionado el minuto que dura.
-¿Le niegan las hojas de reclamación?, me pregunta con cierta extrañeza el agente.
Le señalo afirmativamente con un ligero movimiento de vaivén, hacia arriba y abajo, de mi cabeza. En apenas un par de segundos y pensando a toda velocidad, el agente me dice, señalando hacia el interior e invitándome para entrar en la Comisaría:
-¡Pregunte dentro, que es muy raro lo que me está contando!
Entro en la Comisaría de la Policía Municipal de esa céntrica calle de Madrid donde el oficio más antiguo de la historia de la humanidad está relativamente permitido y consentido y observo a numerosos agentes jóvenes que están dentro, algo más allá del hall de entrada de registros. Veo que están recibiendo instrucciones varias. Parece que están en prácticas, al menos es lo que creo, sobre todo debido a la juventud de tal multitud, aproximadamente unos quince agentes de ambos sexos y unas edades que deben rondar los veinticinco años. Hay un recodo, a mano derecha, con una mesa, donde todos esos agentes están mirando en esa dirección y habla alguien que no puedo ver pues lo tapa la esquina de esa especie de cuarto sin puertas.
Observo a otro par de agentes que están un poco separados de los que están en prácticas, uno de ellos vestido de paisano pero con toda la pinta de ser un agente secreto y me aproximo a ambos, les saludo y me presento, volviendo a explicar la misma situación, enseñándoles de nuevo el video y finalizando con la misma y consabida pregunta de ¿con quién podría hablar?
-Es que, verá, creo que el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid tiene la obligación de presentar hojas de reclamación a los ciudadanos, y se niegan a entregármelas ante vuestros mismos compañeros. ¡Creo que les han mentido!
-Pues efectivamente, Señor, ¡han mentido a nuestros compañeros!, tienen obligación de proporcionar hojas de reclamación a los ciudadanos. Espere un momento, que el Subo está atendiendo a los nuevos y les está dando instrucciones, y en cuanto termine, le atiende. ¡Siéntese allí que en cuanto acabe con los nuevos, le avisamos!
Me señalan unas butacas que están a mano izquierda de la entrada a la Comisaría, y me siento. ¿Subo? ¿Subo? ¿Qué es eso? Pienso qué significa eso de Subo a la vez que observo el interior de la Comisaría y la escena de tanto agente junto. A mi derecha veo que hay una máquina de esas en las que metes cualquier cosa, y por rayos X o cualquier otro tipo de endemoniada radiación, se ve el interior. Esa máquina, tiene una cinta transportadora y unos rodillos, es parecida a las que tienen en los aeropuertos, o en los juzgados. Me siento lo más alejado de esa extraña cosa que no me inspira ninguna confianza, y más después de lo que he pasado. A mano izquierda y a lo largo del hall de entrada, hay unos ventanales con unas aberturas para comunicarse, desde el interior, los agentes con la gente del exterior que pretende hacer alguna consulta. ¡Es la zona de entrada de registros!
Vuelvo a mirar a la multitud. ¡Se les ve todavía muy verdes! Sí, son novatos, se les nota por su compostura, su forma de vestir el uniforme, su especie de incrédula pero persistente atención a lo que les están diciendo, pero son los que ayudarán en breve a las personas. Salen todos a la calle recibiendo unas instrucciones de un adulto. ¡Ese debe ser el Suboficial! ¡Claro, por eso lo llaman Subo! ¡Curioso diminutivo!, pienso yo. ¿Seré tonto? Suboficial, Subo, ¿seré idiota? Sí, debo ser idiota, me digo.
Le miro con detenimiento, canas en un oscuro y duro pelo, unos cincuenta años, alto, ojos claros, una presencia intachable e impecable, como de robustez en su puesto, delgado pero fuerte. Las canas le dan un aspecto de dignidad que roza el umbral de la sabiduría. ¡Tiene pinta de ser un buenazo y de ahí ese diminutivo de Subo, que parece hasta cariñoso!. Al cabo de unos diez minutos, regresan todos los novatos, y uno de los agentes con los que hablé, observo que le indica al Suboficial que esa persona que está sentada, señalándome a mí, desea hablar con él por un tema de unas hojas de reclamaciones del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.
Se acerca a mí, me levanto, nos presentamos y nos damos la mano:
-Mire, es que vengo del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid y se niegan a entregarme una hoja de reclamación para poner una queja. De hecho, me han expulsado de las instalaciones. ¡Mire cómo me han echado!
Le vuelvo a enseñar el video grabado con la mini cámara, la cual tiene un pequeño altavoz. El Suboficial coge la cámara y se la acerca tanto a su vista como a sus oídos. Finaliza la grabación y le pregunto:
-¿Por qué se niegan a entregarme las hojas de reclamación y me expulsan de allí como si fuera un mendigo?
-No pueden negarse, tienen obligación de dársela aunque sea un mendigo. Tendrá que llamar al 092 para poder tramitarlo, me indica el Suboficial.
-Ya ha estado allí una pareja de la Policía Municipal y les dicen que solo les entregan las hojas de reclamación a sus Ingenieros Industriales Colegiados, porque dicen que son los que pagan las facturas por sus visados, le señalo al Suboficial.
-No pueden negarse y más un establecimiento que es oficial. Pero, ¿qué... qué es lo que le ha pasado?, me pregunta con una enorme extrañeza el Suboficial.
-Pues mire, es que visaron este proyecto para un taller de chapa y pintura, y no está hecho para local con riesgo de incendio y explosión.
Yo le saco de mi carpeta, que es mi particular baul de los recuerdos, el proyecto de instalación eléctrica con número de visado 200417373 y el Suboficial lo mira levemente. Se lo entrego a este caballero de la ley, el cual observo, ha quedado un tanto extrañado con la primera explicación que le he dado sobre un proyecto para un taller de chapa y pintura que no ha sido realizado para local con riesgo de incendio y explosión. Veo que lo hojea un poco a la vez que me mira que estoy sacando otro proyecto, el de medidas contra incendio con número de visado 200417617. Abro este último, encuentro la hoja que le quiero enseñar, se la muestro y le digo al Suboficial:
-Es que, mire, hay dos tipos de proyectos, los que están bien hechos y los que están mal hechos. De los que están mal hechos, los hay que están realizados por mala praxis o equivocación o negligencia, que eso los cubre la compañía de seguros, y los que están realizados con mala fe, que esos están excluídos de las pólizas de responsabilidad civil. Y creo que estos proyectos están hechos con mala fe, porque el Ingeniero Industrial ha considerado, por ejemplo, la zona de Taller de un Taller de Chapa y Pintura con los cálculos de carga térmica como los de un Taller mecánico y por eso le sale que tiene un riesgo intrínseco de RIESGO BAJO 1. ¿Lo ve? y le señalo con mi dedo donde dice eso.
El Suboficial observa la hoja que le estoy mostrando, después hojea el proyecto de la instalación eléctrica y se va a localizar el sello del visado colegial. Debe tener experiencia porque percibo que busca con conocimiento de causa. Veo que vuelve otra vez a observar la hoja del proyecto de medidas contra incendio que le he enseñado, esa en la que aparece que la zona de taller de un Taller de Chapa y Pintura tiene un RIESGO BAJO 1, después de mirar que la carga térmica se ha puesto como la de un taller mecánico, la cual es muy inferior.
Le señalo que tampoco se han considerado diversas sustancias en el cálculo de la carga de fuego, como los disolventes, aparejos, pinturas, lacas y otras materias. El Subo me mira y con un gesto de leve asentimiento de su cabeza y mirándome con más detenimiento, va y me dice, señalando el proyecto de instalación eléctrica con número de visado 200417373 que tiene en su mano:
-Esto es un proyecto estafa porque vas a hacer una serie de disposiciones económicas en una instalación eléctrica a la cual no darían licencia de apertura. Un Taller de Chapa y Pintura es un local con riesgo de incendio y explosión. ¡Eso lo sabe hasta Dios! Esto es una estafa.
-Eso es lo que creo porque siempre me he sentido así, ¡estafado!, le contesto.
El Suboficial vuelve a mirar el proyecto de la instalación eléctrica con número de visado 200417373 y observa con mayor detenimiento el sello del visado colegial, acercando el proyecto abierto a sus ojos, palpando y rascando el sello con la uña del dedo índice de su mano derecha, como si intentara verificar el grosor de los trazos de la tinta del visado colegial. Los proyectos habían sido imprimidos por mí en una impresora láser de color, eran una copia porque los originales habían desaparecido producto de las llamas en el incendio que hubo. Le indico que son una copia de los originales. Y de repente, me dice:
-Pero, ¿Usted ha comprobado que este proyecto está correctamente registrado en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid? Se lo digo porque se han dado casos de falsificación de sellos de visados colegiales por parte de Ingenieros Industriales que no lo son, o que no están Colegiados. Por eso los Colegios Oficiales de Ingeniería Industrial deben tener hojas de reclamación a disposición de los clientes. Si no, ¿cómo el cliente va a poder reclamar si un proyecto es falso o ha sido visado errónea, falsa o ilegalmente, o que está mal hecho, o que es una estafa de un Ingeniero?
-¿Me quiere decir que lo mismo esa persona que contraté para que hiciera los proyectos no es un Ingeniero Industrial Colegiado?
-Es posible, e incluso puede darse el caso que sea un Ingeniero Industrial pero que no está Colegiado y se dedica a falsificar el sello del Visado Colegial del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid para estafar a los clientes. ¿Y el Colegio Oficial no le quiere atender, le expulsa de allí y le deniega las hojas de reclamación?
-¡Tal cual lo ha visto Usted!, le respondo.
-¡Esto sí que es extraño!, porque al Colegio Oficial es a quien más le interesa comprobar si existen usurpaciones de título y titulados, así como falsificaciones del sello de visado colegial por parte de los estafadores. ¿Y a Usted no le dan ninguna explicación?
-No, no me dan ninguna explicación. Me expulsaron del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid porque quería hacer una pregunta de carácter técnico a uno de sus Ingenieros, me impidieron exponer queja alguna en las hojas de reclamación, y según la misma pareja de la Policía Municipal que ha estado hace una escasa hora, les han dicho que a mí me habían puesto no se cuántas denuncias por amenazas, por acoso, y que iban a pedir una orden de alejamiento contra mí. ¡No lo entiendo!
El Suboficial queda mucho más extrañado y me mira como si fuera una especie de marciano, un bicho raro.
-¿Le han denunciado?
-Sí, eso es lo que me ha dicho la pareja de la Policía Municipal, y me han dicho que iba a tener muchos problemas legales.
El Suboficial se queda alucinado. Pienso a toda velocidad, y busco en la carpeta que me regaló mi ex mujer, una carpeta que es una monada de piel verde en combinación con cuero marrón, encuentro y saco una hoja de la contestación del COIIM y se la entrego al Suboficial, indicándole que los proyectos debieron ser debidamente registrados por la contestación que recibí, y le digo, señalando los párrafos, a la vez que se los leo, que, según esa carta,
-"la solución a ese proyecto con número de visado 200417373 es que contrate a otro Ingeniero Industrial del Turno de Oficio de que disponen en el COIIM para que le haga las precisiones del proyecto, si fueran precisas, y que dicho servicio no es gratuito.",
y señalándole otro párrafo que está al principio, le vuelvo a leer lo referente a la contestación del COIIM sobre el mismo proyecto,
-"que lo que diga un Informe de un Organismo de Control Autorizado, es meramente informativo, en tanto en cuanto no esté finalizada la obra totalmente".
El Suboficial me mira fijamente, vuelve a releer la carta, con una sensación como de, no sabría decirlo, como de, como de no creerse lo que veían sus ojos cuando le estás viendo que alza las pestañas y las cejas de una manera descomunal, abriendo enormemente los ojos, como pretendiendo que entrara más luz en ellos para poder ver mejor. No sé, con esa sensación que se le pone a uno de estúpida incredulidad, o, como si se le hubieran erizado todos los pelos de su cuerpo, vuelve a mirarme, y me suelta a modo de exclamación, lentamente y sílaba por sílaba:
-¡La madre que me parió! ¡Con razón no quieren entregarle las hojas de reclamación!
Definición de estafa según Antonio:
-Fíjate, Sall, lo que me han dicho en una Comisaría de la Municipal, que he sido víctima de un: ¡La Madre que me parió!
Sonia seguía leyendo el documento. ¿Por qué Willy lo había ocultado? Sí, lo ocultó para protegernos. Sabía, desde que recibieron esa extraña grabación en la que expulsaban al desaparecido, que algo muy gordo había pasado en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales. Si son capaces de estafar a los ciudadanos, de posteriormente criminalizarlos mediante falsas denuncias, ¿qué ocurriría después? ¡Willy sabía todo de antemano y lo ocultó hasta que nosotros estuviéramos a salvo, escondidos y protegidos! La admiración de Sonia y David por Willy fue creciendo.
Antonio le dio las gracias al Suboficial y se marchó. Desapareció. No volvió a saberse más de él. Durante más de tres años, y antes de la celebración del juicio por el grave accidente que hubo, Antonio se disolvió como por arte de magia. Los esfuerzos por intentar localizarle fueron infructuosos por parte de los Cuerpos de Seguridad, de la Policía Nacional, de los Agentes Judiciales y de nosotros, la Agencia de Detectives Willy, así como por parte de la propia familia García, tanto en España como en Europa.
Todavía, hoy en día, en la actualidad, sigue en paradero desconocido. Si alguien conoce su paradero, se ruega se pongan en contacto con la Agencia de Detectives Willy o a través de este mismo blog.
La ingenuidad de la Sociedad emprendedora es enorme, al igual que la del desaparecido, justo todo lo contrario y en contraposición radical a la del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, los cuales se dedicaron, primero, a estafarle mediante el engaño ayudando a su Ingeniero Industrial Colegiado en la consecución de la estafa y su encubrimiento, después le criminalizaron interponiéndole falsas denuncias, y finalmente desapareció...
¿Enterrado en cal viva? No lo sabemos, solo nos remitimos al hecho de que existe una grabación que oculta Willy, una grabación que muestra, presuntamente, el asesinato del desaparecido... Una grabación que hizo que Willy perdiera la cabeza... algo que no nos quiso enseñar porque nos dijo, textualmente, que podría hacer peligrar nuestra cordura y nuestra razón, debido a la violencia, rudeza y extremada crueldad de lo que visionó.
107. Y es que, cuando un estafador entra en tu vida y en la de tu familia, puedes darte por jodido. Y cuando ese estafador es un Ingeniero Industrial Colegiado, puedes darte por tremendamente follado. Pero cuando ese estafador Ingeniero Industrial Colegiado está protegido y amparado con la connivencia del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, el COIIM, y con el mismo objetivo del Ingeniero Estafador de engañar al ciudadano emprendedor, puede tu familia darse por violentamente violada, muerta en vida, viva en una muerte, muerta en definitiva.
¿Quién va a querer crear una empresa, generar riqueza y empleo en España o en la Comunidad de Madrid, cuando puedes ser estafado impunemente por los Ingenieros Industriales Proyectistas Colegiados del COIIM, amparados y en connivencia con el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, el cual se dedicará a encubrir sus estafas?
108. ¡Oigan, Ilustres Delincuentes Corbateados y Trajeados del COIIM! Son Ustedes la Puta Mafia de la Omisión del Deber de Presentar Denuncia, la Puta Camorra Madrileña del encubrimiento de las estafas de la Ingeniería Industrial, los Auténticos Don Vito Corleone de la Prevaricación, la Gran Familia del Padrino de la Estafa, los Al Capone de la Delincuencia Corporativista más salvaje y bestial de Madrid. ¿Es esta la finalidad última del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid como titulares de la tutela del correcto ejercicio de la profesión como garantía de los derechos de los ciudadanos? ¿Encubrir las estafas de sus Ingenieros Delincuentes es la última finalidad del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid?
¡Que Dios pille confesado al emprendedor que quiera arriesgar su capital y el bienestar de su familia por intentar crear una empresa y generar riqueza y empleo en la Comunidad de Madrid! ¡Que Dios pille confesado al emprendedor porque el mismísimo Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, el Ilustre COIIM, le criminalizará con denuncias falsas después de haber sido estafado ese ciudadano por uno de sus Ingenieros Industriales Colegiados Delincuentes Estafadores, con la ayuda y el encubrimiento del Ilustre Organismo Mafioso que es el COIIM!
Extracto del Libro: 1.000 motivos por los que debe dimitir la Junta de DesGobierno del COIIM, por David Orejas Demono."
Nota añadida a escondidas, en una piscina de Gandía, asomando pícaramente la cabeza por el bordillo, por Sonia:
-¿Notan Ustedes, Junta de Gobierno del COIIM, cómo se les relajan sus Ilustres esfínteres? ¡Kon Kondón, Señor DeKano, Kon Kondón!, ya sabe, y a comer los garbanzos con un cordel, como las cuentas de un collar de perlas. ¡Menuda panda de Hijos de la Gran Mafia que sois!, ¿no?
-Sonia, definitivamente, y con precisión como le gusta precisar al COIIM, eres la más precisamente contundente en tu sabia y precisa precisión, preciosa.
-Esto les va a venir de maravilla, David, ¡de maravilla!, para que la siguiente vez visen legalmente un proyecto con toda la precisión que deben, pero sobre todo, para que avisen con precisión a los ciudadanos, sin dudarlo, cuando detecten un proyecto estafa, en vez de omitir su deber de presentar denuncia contra ese Delincuente de Ingeniero Industrial, en vez de encubrir los delitos de sus Delincuentes Colegiados, en vez de arriesgar sus precisos culos por el delito de un estafador, que para eso el COIIM tiene como finalidad última la correcta tutela del ejercicio de la profesión como garantía de los derechos de los ciudadanos, en vez de tratarlos como putas moscas cojoneras expulsándolos de sus estafadoras dependencias de la calle Hernán Cortés, que lo han convertido en un preciso Puticlub de uso exclusivo para los Ingenieros Industriales Estafadores, a los cuales, han colocado en la misma lista y a la misma altura que los Ingenieros Industriales Honestos y Legales.
"En parte, la presente video-novela (6ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Definición de Prevaricación según la RAE: Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.
Definición de Prevaricación según Antonio: ¡Ahí va! ¡Serán delincuentes!
Definición de Estafa según Antonio: ¡La Madre que me parió!
Nota del autor: Las dos cartas publicadas, como contestación del COIIM al proyecto estafa con visado 200417373 son reales. Se ha modificado el nombre del proyectista, del Responsable del Departamento de Visados y del Secretario. También se ha ocultado el nombre del Organismo de Control Autorizado, al cual se le ha puesto las siglas O.C.A. El sello del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid solo se ha desplazado para que entrara correctamente. El resto, y aunque parezca mentira lo que la picha estira, es la respuesta real del COIIM, sin modificación alguna, a un proyecto estafa ilegal, legalizado mediante el visado ilegal del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, el COIIM.
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