"38. Dimita, Junta de Gobierno corrupta, delincuente, prevaricadora y estafadora del COIIM, porque cuando un estafador entra en tu vida, puedes darte por jodido; y cuando ese estafador es un Ingeniero Industrial Colegiado, puedes darte por tremendamente follado. Pero cuando ese estafador Ingeniero Industrial Colegiado está protegido y amparado con la connivencia del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid y con el mismo objetivo de engañar al ciudadano emprendedor, puedes darte por violentamente violado, muerto en vida, vivo en muerte.
Ocultar la estafa de un Ingeniero Industrial Colegiado, ayudarle a proseguir realizando esa estafa, engañar al ciudadano emprendedor al decirle, mediante visado no revocado, que un Taller de Chapa y Pintura no es un local con riesgo de incendio y explosión, omitir su deber de presentar denuncia porque conocen los hechos y en cambio: presentar una denuncia contra ese ciudadano, al cual denegaron además las hojas de reclamación, al igual que la contestación a los burofax, al cual denegaron la petición de un perito industrial para que hiciera un informe pericial de los proyectos 200417373 y 200417617 basándose en que es algo que excede claramente las competencias de sus Colegiados, y ciudadano emprendedor al cual expulsaron de su local declarándole persona non grata, es algo que indica lo que son Ustedes: la Gran Familia de la Mafia, los Al Capone Madrileños, los Vito Corleone de tocarse las pelotas.
Dimitan si les queda una pizca de humildad y dignidad. Porque si la solución a una instalación ilegal realizada mediante unos proyectos ilegales, que fueron legalizados mediante el visado ilegal de su Departamento de Visados, es que el ciudadano prosiga realizando disposiciones económicas para finalizar esa instalación ilegal y potencialmente peligrosa a la cual no darían los permisos y licencias necesarios, esa solución es prevaricativa, estafadora y peligrosa para la Sociedad."
Extracto del Libro: 1.000 motivos por los que debe dimitir la Junta de DesGobierno del COIIM, por David Orejas Demono."
Nota añadida a escondidas por Sonia:
-¿Notan Ustedes, Junta de Gobierno del COIIM, cómo cayeron en la trampa de su Ingeniero Colegiado? ¡Kon Kondón, Señor DeKano, Kon Kondón!
-Sonia, definitivamente, y con precisión como le gusta precisar al COIIM, eres la más precisa.
Willy llevaba solo una pistola con dos cargadores. Abrió su caja fuerte y cogió de ella otras dos con seis cargadores más, metiendo además el portátil que estaba utilizando para la vigilancia del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid. Cerró la caja fuerte y salió precipitadamente de su despacho. Fue a buscar su coche al garage. Antes de introducir la llave, se agachó y miró debajo con atención a todo alrededor del coche. También comprobó que las cerraduras de su turismo no tenían ninguna marca que le indicara que hubieran sido forzadas.
Miró en el interior. Parecía que todo estaba correcto. Se dirigió a una de las columnas del garage y se parapetó tras ella. En vez de utilizar la llave, prefirió dar un toque al mando de apertura a distancia del coche. Dos pitidos indicaron que las puertas se habían abierto. Abrió la puerta del acompañante y miró debajo de todos los asientos. Abrió el maletero y el capó del motor. Una rápida inspección visual le indicó que todo estaba correcto, aunque creía que le habían puesto localizadores.
Arrancó, no sin cierto temor. Parecía que todo estaba bien. Fue al apartamento de Sonia. Pensaba que se iba a llevar un susto de muerte cuando le viera aparecer a él a las dos de la madrugada. David y Sonia se despertaron cuando sonó el telefonillo. Abrieron la puerta de entrada al edificio cuando Willy respondió:
-Soy yo.
David y Sonia se asustaron. No esperaban la visita de Willy a esa intempestiva hora de la madrugada. Le abrieron la puerta de casa. Ambos se habían puesto sus batas. Sonia tenía la mano derecha metida en el bolsillo de la bata, sujetando con firmeza la pistola que ocultaba.
Willy la cogió del brazo izquierdo y la sacó al pasillo. ¡Sabía cómo actuaba su niña, se dijo! En vez de sujetarla por el brazo derecho, la dejó a ésta libertad para que pudiera sacar la pistola si hubiera algún contratiempo. David miraba incrédulo, pero en silencio, la escena. Lo primero que habían visto David y Sonia cuando le abrieron la puerta es que éste se había llevado su dedo a los labios. Les estaba indicando y ordenando ¡Silencio!
Willy le estaba diciendo a Sonia en el pasillo:
-Toma este maletín. Tiene dinero suficiente y varios documentos imprescindibles. Llevaos los portátiles. Estas son las llaves de un apartamento que tengo en Gandía. La dirección está en el maletín.
-¿Qué ocurre? Me estás dando miedo. Preguntó Sonia.
-Dejad el coche en la estación de Atocha. Los billetes están dentro del maletín. Coged lo imprescindible, os vais ya.
-Pero... dijo Sonia a modo de protesta.
-¡Ya, Sonia!, dijo imperativamente Willy en un tono bajo.
Entraron los tres en el apartamento de Sonia. No hablaron de nada ni dijeron palabra alguna. La ropa que se llevaron puesta fue inspeccionada y verificada previamente por Willy para que pudieran ponérsela. Salieron los tres precipitadamente del apartamento.
Cuando Willy salió primero por el portal del edificio, inspeccionó la zona visualmente. ¡Parecía que no había nadie! Willy cogió del brazo derecho a Sonia, que estaba a su izquierda y porque éste tenía su pistola en la mano derecha. La llevaba cargada y lista para disparar, con el seguro quitado, apuntando hacia abajo.
-Este es un móvil personal mío. No está pinchado y no está a mi nombre. Llámame en el único teléfono que hay grabado cuando lleguéis a vuestro destino. Os daré más instrucciones.
-¿Qué está pasando, Willy? ¿Qué está pasando, por el amor de Dios? ¡Me estás asustando! Dijo Sonia.
-Sí, nos estás asustando, dijo David también.
Willy miró a ambos lados de la calle, se dirigieron al coche. Debía ser rápido. Todo se había precipitado de una manera asombrosamente rápida. Iba vestido con la misma vestimenta con la que se introdujo en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.
-No os identifiquéis en ningún sitio. No utilicéis vuestras tarjetas, ni nada que os pueda identificar. Os vais a esconder en un apartamento que no está a mi nombre. ¡Disfrutad de estas vacaciones! ¡Largaos ya!
Willy volvió a mirar a ambos lados de la calle. David se sentó en el asiento del copiloto a indicación de Willy. Sonia sabía conducir en situaciones peligrosas. Ambos bajaron las ventanillas del coche. Sonia dijo, asustada.
-¡Dios, Willy! ¿Qué ocurre?
-¡Han puesto precio a nuestras cabezas!
Willy volvió a mirar de nuevo. Vio que en la calle habían girado ¡dos Mercedes gris oscuro! Los identificó, sacó su otra pistola, llevaba una en cada mano. Acercó su cabeza a la ventanilla, la introdujo y la dio a Sonia un rápido beso en los labios a modo de despedida:
-¡Largaos ya! ¡Es una orden de batalla! ¡Ya!, dijo Willy gritándola.
Sonia arrancó con lágrimas en los ojos. David miraba por la ventanilla en dirección hacia donde miraba Willy, girando completamente su cabeza por la ventanilla para presenciar la escena que ambos estaban dejando hacia atrás. Sonia miró por el retrovisor interior, prestando a la vez atención a la conducción, aunque más pendiente del espejo.
David observó que los dos coches habían acelerado y que Willy, con ambas pistolas en sus manos y con los brazos estirados, fue corriendo en dirección a los coches para enfrentarse con el primero, a la vez que empezó a disparar.
-¡Dios, acelera Sonia, Dios!
Sonaron más disparos. Willy y el vehículo de enfrente se acercaron a vertiginosa velocidad. Disparos y más disparos que fueron respondidos por el vehículo que iba primero. Willy dirigió los proyectiles a la parte inferior del Mercedes. Los chispazos que provocaban las balas al chocar con la superficie de la calzada eran todavía visibles por el espejo retrovisor de Sonia y a la vista de David.
Sonia giró derrapando por la calle perpendicular y en dirección a izquierda. Procuró desacelerar el coche para ver lo que ocurría y prácticamente lo detuvo. Su visión como a cámara lenta era la de Willy intentando sortear el turismo, el cual se dirigía raudamente para atropellarle. El Mercedes delantero se estrelló contra los coches que estaban aparcados en la calle y quedó bloqueando la carretera y el paso al segundo Mercedes, el cual tuvo que frenar. No vio a Willy. Las puertas de ambos vehículos se abrieron, primero las del que quedó bloqueado, después las del accidentado.
Ocho personas salieron de ambos vehículos. No veía a Willy pero presentía que había saltado correctamente por encima de los coches aparcados. La persona que salió del coche accidentado dirigió su mirada al vehículo de Sonia, empezó a correr hacia ella. Sonaban disparos de respuesta. Willy parecía que les estaba haciendo frente. ¡Estaba distrayendo la huída de Sonia y David!
-¡Lo van a matar!, dijo David.
La única respuesta de Sonia fue acelerar de nuevo para desaparecer en la noche. Había visto que la persona que se dirigía corriendo hacia ellos había sacado una pistola y estaba a punto de alzar su brazo para apuntar, a la vez que corría, hacia ellos.
¿Hicieron bien en dejarle solo?
"En parte, la presente video-novela (5ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Definición de Prevaricación según la RAE: Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.
Definición de Prevaricación según Antonio: ¡Ahí va! ¡Serán delincuentes!
Definición de Estafa según Antonio: ¡La Madre que me parió!
Nota del autor: Las dos cartas publicadas como contestación del COIIM son reales. Se ha modificado el nombre del proyectista, del Responsable del Departamento de Visados y del Secretario. También se ha ocultado el nombre del Organismo de Control Autorizado, al cual se le ha puesto las siglas O.C.A. El sello del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid solo se ha desplazado para que entrara correctamente. El resto, y aunque parezca mentira lo que la picha estira, es la respuesta real, sin modificación alguna, a un proyecto ilegal, legalizado mediante el visado ilegal del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, el COIIM.
sábado, 4 de julio de 2009
La Corrupción del COIIM (XXII)
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