sábado, 4 de abril de 2009

La Estafa del COIIM (XII)

-¡Tienes que hacer una declaración jurada ante las Autoridades!, le dijo Willy a Sall.

La respuesta fue negativa. Sall contestó que no saldría nunca más de Marruecos. Él ya había realizado su función. Debía mucho a Antonio y por eso había sido él quien entregó la memoria USB a Willy y el CD a Sonia con la grabación en la que el COIIM echaba de sus instalaciones a Antonio y le declararon "persona non grata", para que no volviera nunca más a pisar la sede del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.



Al menos, Willy obtuvo la historia de Sall en una grabadora.

-Podría utilizarla, se dijo Willy.

Estaba de vuelta a Madrid. Viajaba en turista para pasar más desapercibido. Se puso los auriculares de la grabadora para volver a escuchar la declaración de Sall. La sempiterna pregunta que se hacía todo el mundo era:

-¿Dónde está Antonio?

La respuesta de Sall tenía fundamento, pero había datos que deberían ser verificados con más profundidad. Según Sall, vieron que el cuerpo de Antonio estaba reventado. Él y su "Hermano" Hall huyeron corriendo en cuanto le vieron.

-¡Nos asustamos!

Pero Hall cayó en la huida. Ese era un dato que Willy recordaba. La noche del incendio de la vivienda fue caótica en Torrejón de Ardoz. Había muerto un mendigo a balazos. Una escueta nota en los medios de información decía que había sido, presuntamente, un ajuste de cuentas.

-¿Y el cuerpo de Antonio?

-Desapareció. Fue la respuesta de Sall.

No fue encontrado. ¿Le habrían enterrado en cal viva? No se encontró prueba alguna. En el incendio, los bomberos entraron por la zona habilitada en la Comunidad de vecinos. Subieron una escalera mecánica y ayudaron a los que intentaban abrir la puerta desde el interior para apagar el fuego con una manguera.

La explicación más plausible era que el cuerpo de Antonio debería estar justo donde irrumpieron los bomberos:

-¡En la cancha de tenis!, como dijo Sall.

Y no encontraron el cuerpo. La oscuridad de la noche actuaba como un búnker. Parecía que muchos datos concordaban. Las pruebas fueron borradas cuando los bomberos dirigieron sus chorros a las ventanas de la quinta planta. ¡Los restos de sangre también desaparecieron!

Tenía sentido, dedujo Willy. Pero, ¿y si todo era un montaje?

-¡No es ningún montaje!, se defendió Sall. ¡Escuchamos un ruido fuerte cuando entramos por la puerta de la comunidad! ¡Y ahí estaba Antonio en un charco de sangre! ¡Era real!

-Pero ninguna prueba y, en cambio, solo me encuentro con otras pruebas que implican que Antonio se vengó y que sigue vivo y que posiblemente todo fuera un montaje.

-¡Imposible! ¡Nosotros lo vimos! ¡Pregúntale a tu Dios dónde está! O ¡pregúntale a esos tres que nos vigilaban en la plaza de Torrejón!

Sall había trazado la siguiente línea de investigación que Willy debería seguir. Sall dijo muchas cosas más.

-¡El caso seguía complicándose!, pero al menos, sabía cuáles eran los próximos movimientos. El primero de ellos sería verificar que en la Agencia de Detectives Willy se habían instalado micrófonos ocultos. El segundo sería verificar lo mismo en el apartamento de Sonia. El tercero sería comprobar por algún medio que el disco duro que recuperaron demostrara ¡que alguien había pirateado su ordenador!

El Corporativismo, la Prevaricación y la Estafa del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid había pasado a un segundo término. Eran hechos que podría demostrar en escasos cinco minutos. Willy sabía que los proyectos habían sido realizados con mala fe y también sabía que el COIIM incumplía gravemente la Normativa sobre el proceso de visado, y que si incumplía la Normativa en el proceso de visado era porque la Junta de Gobierno, para ganar más dinero, solo ponían un sello pero no demostraban que en los proyectos que visaban se verificara que el COIIM había acreditado que se hubiera contemplado la Normativa vigente.

Había comprobado que el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid había respondido a un ciudadano que un Taller de Chapa y Pintura no era un local con riesgo de incendio y explosión.

En el COIIM trabajaban dos tipos de personas:

-Los fijos, entre los cuales se encontraban, por ejemplo, el Jefe del Departamento de Visados o el Director del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.

-Los elegidos temporales, entre los cuales se encontraba la Junta de Gobierno, que cada cuatro años celebraban elecciones para elegir nueva Junta de Gobierno.

¿Qué coño habría pasado? Willy sospechaba que había mucho más en el caso.

"En parte, la presente video-novela (4ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."

Definición de Prevaricación según la RAE: Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.

Definición de Prevaricación según Antonio: ¡Ahí va! ¡Serán delincuentes!

Definición de Estafa según Antonio: ¡La Madre que me parió!

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