La Estafa del COIIM (VI)

David y Sonia lo tenían todo claro y la conclusión era:

-¡Qué cojones tienen en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid!

Y después de todo el esfuerzo que una persona invierte en crear una empresa, se le trata como mostraba la videograbación:



La prevaricación por partida triple del COIIM, triple porque por tres veces consecutivas le habían escrito a Antonio que un Taller de Chapa y Pintura no es un local con riesgo de incendio y explosión, era de una desfachatez que provocó el accidente en la nave industrial. ¡Y se responsabilizó a Antonio de ese accidente!

El caso era echar balones fuera por parte del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.

-¡Con razón Antonio se sentía estafado!, repetía David.

La definición de estafa podría aplicarse en el caso. La estafa por parte del Ingeniero Proyectista era obvia. ¿Y por parte del COIIM? ¿A qué conducía esa Prevaricación? Esa Prevaricación eximía al COIIM de su responsabilidad económica, engañando al ciudadano para que prosiguiera haciendo disposiciones económicas que no valdrían para nada. Peor era todavía la temeridad que había mostrado el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.

La vulgaridad con la que el COIIM había tratado a Antonio era digna de que entrara en los anales de la Historia.

-¿Cómo es posible crear una empresa en este país con semejante panda de chupópteros tuercebotas?, pensaba David.

En cuanto había el menor atisbo de crisis en España, las consecuencias eran devastadoras. Más de un millón de parados en un simple estornudo. Más de un millón de tragedias en una simple exhalación. Y así era como el COIIM ayudaba a los emprendedores.

Si ya de por sí era difícil crear una empresa, enfrentarse a un colectivo como el de los Ingenieros Industriales de Madrid era misión imposible. El Silencio Administrativo del COIIM era suficientemente elocuente. Y ese silencio se había convertido en algo peor viendo la videograbación que efectuó Antonio cuando fue a reclamarles una carta de disculpas.

Ni una mísera disculpa le había otorgado el COIIM a Antonio. ¿Cómo otorgarle una disculpa? No, esa disculpa les implicaría aún más. La prepotencia y la vulgaridad del COIIM se había convertido en prevaricación, en estafa, en delincuencia, en humillación y trato vejatorio contra la Sociedad.

Era como si el COIIM se otorgara un Derecho de Pernada automático contra la Sociedad. La vergonzosa actitud de ese Colegio Profesional estaba fuera de toda duda.

-¡Váyase de aquí, molesto ciudadano!

David pensaba que así, ¿quién querría arriesgarse a montar una empresa? Si el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid tiene Derecho de Pernada contra la Sociedad, se ponían en tela de juicio todos los valores democráticos por los que se permitían, a través de la Constitución, la existencia regulada mediante Leyes y Reales Decretos de dichas Asociaciones.

No, el COIIM no era una Asociación de la Caridad, ni tampoco una Asociación de Ingenieros Industriales. Tampoco era una ONG. Con el caso de Antonio, el COIIM había demostrado ser una Corporación de Derecho de Pernada con Ánimo de Lucro. Eso era lo que le importaba al COIIM, los beneficios.

Y por supuesto, según David, la misión del COIIM era follarse a todo aquel que pasara por sus instalaciones y que tuviera la osadía de pedir una Hoja de Reclamaciones. Hoja de Reclamaciones que nunca sería proporcionada por ese Colegio Profesional y sí sustituída por un folio en blanco, folio válido para que sus Ilustres Señorías, miembros de la Junta de Gobierno, se pasaran por el forro de los cojones (o por sus ilustres traseros).

-¡Qué vergüenza de Colegio Profesional!

"En parte, la presente video-novela (4ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."

Definición de Prevaricación según la RAE: Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.

Definición de Prevaricación según Antonio: ¡Ahí va! ¡Serán delincuentes!

Definición de Estafa según Antonio: ¡La Madre que me parió!