viernes, 3 de abril de 2009

La Estafa del COIIM (VII)

La estafa del COIIM empezó en el mismo proceso de visado de los proyectos industriales 200417373 y 200417617. ¿En qué consistía ese proceso de visado? Como decía el Real Decreto 1332/2000, del que tanto se vanagloriaba el COIIM, era el siguiente:

"El visado colegial garantiza la identidad, la titulación y la habilitación del que suscribe el trabajo. Asimismo acredita la autentificación, el registro, la corrección formal de presentación de los documentos y que se ha contemplado la normativa aplicable."

Un resumen más escueto de esta frase decía lo siguiente:

"El visado colegial acredita que se ha contemplado la normativa aplicable".

A los proyectos 200417373 y 200417617 solo le verificaron la identidad y la titulación del que suscribió el trabajo, porque según David, la habilitación del Ingeniero Proyectista era la de delinquir. Si el visado colegial acreditaba que, por parte del COIIM, en los proyectos se les había contemplado la normativa aplicable, la garantía de ese Colegio Profesional era una estafa.

A Sonia y a David les había quedado claro. Pero David fue más allá. Se hablaba mucho, y con razón, del Visado Digital. Ahora se podía visar proyectos por Internet. El Ingeniero Proyectista los enviaría y con pulsar dos teclas, ¡hala, proyecto visado! y que verifique la normativa aplicable la empresa instaladora o el propietario de los proyectos, o su Puta Madre.

Sí, David estaba convencido que los Colegios Profesionales de Ingeniería Industrial tapaban sus mierdas detrás de una pátina surrealista de mentiras. No había más que escuchar las palabras que dirigían miembros de los Colegios Profesionales a los medios de comunicación. Pero peor era escuchar al Decano o al Director del COIIM pronunciar las palabras, entre unas falsas sonrisas, diciendo:

-Es que, es que, jejeje, nosotros somos necesarios para la Sociedad porque verificamos que en los proyectos que visamos se ha contemplado la normativa aplicable, jejeje.

David se había descargado varias de esas videograbaciones. Casi vomitó al escucharle y a la vez mirando la copia de los proyectos 200417373 y 200417617. David pensó que era insultante y vomitivo que un Decano dijera eso cuando tenía en sus manos ambos proyectos. ¿A quién pretendían engañar?

-¡Madre del amor hermoso!, dijo David.

-¿Qué ocurre?, contestó Sonia como siempre, con otra pregunta. Era su principal virtud.

-Nada, que ahora, con el Visado Digital, en el COIIM se dedican a matar marcianitos.

-¿Qué?

David le explicó a Sonia que si ahora los Ingenieros Industriales tenían Derecho de Pernada contra la Sociedad mediante las prevaricaciones del COIIM, con el Visado Digital el asunto sería más escabroso. Si cuatro Ingenieros Visadores del COIIM tenían que verificar todo lo que la Ley les exigía (y que por supuesto no hacían), con el Visado Digital habían convertido a los Remeros Visadores en matamarcianitos para mayor virtud del Colegio Profesional.

-Si antes no verificaban los proyectos industriales, ahora le dedicarían más tiempo a estar metidos en Internet, matando el tiempo en ociosos juegos de marcianos.

-Eso a quien le guste los juegos de marcianos, contestó Sonia.

David tenía la sensación de que siempre perdería la Sociedad y los ciudadanos, pero esa sensación aumentaba cuando realmente se daba cuenta que quien perdía realmente, era el conjunto del Estado.

¿Es así como ayudan los Colegios Profesionales a generar riqueza y empleo mediante la creación de nuevas empresas?



"En parte, la presente video-novela (4ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."

Definición de Prevaricación según la RAE: Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario.

Definición de Prevaricación según Antonio: ¡Ahí va! ¡Serán delincuentes!

Definición de Estafa según Antonio: ¡La Madre que me parió!

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