"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Había pasado una semana desde que Sonia había entregado la memoria USB a David, un amigo suyo informático, para que decodificara la clave del fichero llamado "Juguemos". El resultado fue negativo. Según David, todos los programas que había probado para averiguar la contraseña no dieron con ella y parece que estaba basado en una fórmula matemática fractal.
En ese momento, Sonia estaba introduciendo palabras al azar relacionadas con el caso. Había probado con "Taller", "Taller Autocalidad", "Taller Autocalidad, S.L.", "Autocalidad" y así con numerosas combinaciones. Willy estaba seguro que ese fichero, de más de 100 megas de ocupación, iba a resolver muchas preguntas sin respuesta.
Willy ya conocía muchas de esas respuestas, pero no podía asegurar y corroborar que ninguna fuera correcta. Hizo otro intento ese mismo día en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid. Pidió hablar con el Director del COIIM, el Sr. Francisco Ferrosa Bahamonte.
Estaba pensando, mientras esperaba a que le dieran la cita, si el Director del COIIM era familiar o tendría que ver algo con Francisco Franco Bahamonte. La idea le hizo sonreir ligeramente y la desechó de inmediato. Volvió a ponerse serio pues las puertas del ascensor se abrieron.Una mujer salió de él y se presentó:
-Soy Leticia Ortiz, abogada jefe del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, ¿qué desea?
-Me llaman Willy, soy detective privado.- Ambos estrecharon sus manos como forma de presentación. -Me ha contratado la familia García para resolver un caso sobre una desaparición de un familiar. Quería saber si pueden proporcionarme copia de los proyectos industriales 200417373 y 200417617.
La respuesta fue contundente. Willy, en cierto modo, se esperaba algo parecido. La contestación de la abogada fue:
-Lo siento, no podemos proporcionarle copia porque aquí no guardamos copia de los proyectos industriales de nuestros ingenieros colegiados. Le ruego salga de las instalaciones.
Willy hizo una pregunta más.
-¿Y podría decirme quién fue el Ingeniero Proyectista que los hizo?
Willy fue invitado a salir de las instalaciones como respuesta a su última pregunta. La abogada llamó a recepción y dos personas se pusieron detrás de él para expulsarle del Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.
-Si me ponen la mano encima, tendrán problemas. Les dijo Willy.
Y salió de las instalaciones por sus propios medios, mientras dos personas le acompañaban, a escaso medio metro y detrás de él, a la salida. Pensó:
-Exactamente igual a como le pasó a Antonio. El Corporativismo del COIIM es una vergüenza. Se creen los Dioses del Olimpo en su particular montaña.
La situación había sido la misma o casi semejante con la única diferencia de que a Willy le faltó grabarlo:
Un último pensamiento antes de coger el Metro para regresar a su oficina:
-¿A cuánta gente le habrán hecho lo mismo?
Parecía como si la cantinela que utilizaba el COIIM se basaba en un guión escrito previamente. Si el trato del COIIM a los emprendedores es el mismo que le dieron a Antonio, ¿quién va a montar una empresa en este país?
miércoles, 7 de enero de 2009
El Corporativismo del COIIM (II)
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