"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Sonia seguía leyendo a David el primer Burofax que Antonio había enviado al COIIM.
-Fíjate ahora en esta parte del mismo Burofax, el punto seis del NB00004640141 dirigido a la Junta de Gobierno del COIIM:
"6. Según Pliego de Condiciones del proyecto 200417373, al cual Ustedes ya se refirieron en escrito mencionando el artículo 7, y refiriéndome a los artículos 6 y 4:
a. Si desde el punto de vista técnico-teórico, el documento más importante es la Memoria y en especial los Cálculos, Memoria y Cálculos que no contemplan la ITC BT 29 tal cual saben Ustedes, habiéndomelo ocultado deliberadamente, y considerando los Planos, en los que faltan datos como los de la B.I.E., los aseos, la puerta de entrada para vehículos, las luces de emergencia en las oficinas y almacén que curiosamente se especifican éstas en la Memoria y Cálculos pero no se contemplan en los Planos ni en el Presupuesto, por poner unos simples errores de los numerosos que hay, el proyecto 200417373 es una verdadera estafa y un auténtico timo visado y amparado por el COIIM."
-¿Qué te parece?, finalizó Sonia.
-¿No lo denunció Antonio?, preguntó David.
-¿Quién iba a creer a un vagabundo?, respondió Sonia.
Este había sido el primer Burofax que había mandado Antonio al COIIM. También había mandado numerosas cartas y mensajes que no fueron contestados. El Corporativismo del Colegio Oficial era mucho más que patente.
-Mira, Sonia, yo estoy dado de alta como Colegiado en el Colegio de Informáticos y todo esto me parece verdaderamente increíble. Un Colegio Oficial, como el de Ingenieros Industriales, tiene unas funciones claramente definidas por la Sociedad. De hecho, una de sus funciones es ser Garantía para la Sociedad. Pero a mí, después de leer este Burofax, pienso lo que muchos colegiados pensamos. Cobran cantidades ingentes de dinero por visar un proyecto sin la más mínima garantía. Lo único que hacen es poner sellos. Y cuando ocurre un problema como el que le ocurrió a Antonio, se cierran absolutamente en banda a esperar la denuncia. ¿Quién se va a enfrentar a un Colegio Oficial de Ingenieros Industriales cuando ellos dicen que un proyecto está bien? Nadie. El ciudadano queda completamente indefenso. Te aseguro que ésto no se lo hubieran hecho al Presidente del Gobierno.
-Sí, somos de tercera división. En fin, va siendo hora de descansar. Toda la noche sin dormir me ha agotado y soy incapaz de pensar.
Sonia se fue a su habitación. Se escuchó el ruido de la ducha. A David se le fueron cerrando los ojos en el sofá. Cogió una manta y ahí se quedó, arropado, pensando en todo lo que había escuchado. Se imaginó dando un vuelco a su vida y convirtiéndose en Investigador Privado. Sería emocionante. Se daría de baja como colegiado. A los cinco minutos, ya estaba roncando, Sonia durmiendo, y unos agentes de la Policía vigilando la zona.
viernes, 16 de enero de 2009
jueves, 15 de enero de 2009
El Corporativismo del COIIM (IX)
"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
-Y esta es la historia de lo que conocemos hasta este mismo momento, concluyó Sonia.
David se quedó pensativo, sin habla, como cogido por sorpresa ante una historia tan increíble.
-Algo huele a podrido en el COIIM, pero hay que demostrarlo todo y eso va a ser casi imposible, dijo David.
Habían llamado al Inspector de la Policía Javier, conocido íntimo de Willy, por el suceso que había pasado hace escasas dos horas. Javier comprobó que la matrícula del Mercedes había sido dada de baja tres años antes. Dejó un coche patrulla vigilando la zona.
Sonia y David también se pusieron en contacto con Willy. Éste les comunicó que llamaría también a su amigo Inspector.
-¿Qué tal va la noche?, le preguntó Sonia.
-Un poco fría, respondió Willy por su móvil.
-David me ha dicho que la memoria USB se vendió en Marruecos.
-Lo sé, Hall y Sall son marroquíes. Ahora estoy durmiendo entre cartones al lado de Sall. Espero ganarme su confianza poco a poco. De Hall todavía no he averiguado nada. Tened cuidado.
La noche había sido larga. Al igual que la historia que le había contado Sonia a David. Estaba amaneciendo, era sábado.
-Te voy a leer partes de un burofax que mandó Antonio al COIIM. Presta atención.
"Este primer Burofax con número NB00004640141 está enviado a la Junta de Gobierno del COIIM, el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid y no fue respondido. Es una muestra del brutal corporativismo de los Colegios Oficiales. Dice en su apartado primero:
A: la Junta de Gobierno del COIIM
Estimados Señores. En referencia al escrito recibido con nº 2008000794, desearía información y aclaración al respecto de cada uno de los siguientes puntos y cuestiones planteadas:
1. Motivos por los que el COIIM ha ocultado repetida y deliberadamente a Taller Autocalidad el hecho de que los proyectos 200417373 y 200417617, realizados por el Sr. Ingeniero Colegiado D. González Carvajal, con nº de colegiación 110984, no están visados conforme el artículo 6 del R/D 1332/2000, de 7 de julio, puesto que se han realizado sin tener en cuenta en el 200417373 la ITC BT 29 del Real Decreto 842/2002, por lo que el COIIM no ha contemplado la Normativa aplicable, la de locales con riesgo de incendio y explosión, ni ha corregido los proyectos, más dada la calidad gráfica y la cantidad de errores que tienen, incluyendo en su Memoria y Cálculos, Planos y particularmente, en su esquema unifilar, donde hay dos denominaciones: cabina y aspirador de pintura, siendo éste por tanto un taller de chapa y pintura, local con riesgo de incendio y explosión al cual hay que hacer proyecto industrial específico según ITC BT 29."
-¿Qué te parece?, dijo Sonia después de leer el primer apartado del Burofax.
-Corporativismo puro y duro del COIIM y algo mucho más grave, concluyó David.
-¿No contestó el COIIM?, volvió a preguntar.
-No, no contestó.
-Y esta es la historia de lo que conocemos hasta este mismo momento, concluyó Sonia.
David se quedó pensativo, sin habla, como cogido por sorpresa ante una historia tan increíble.
-Algo huele a podrido en el COIIM, pero hay que demostrarlo todo y eso va a ser casi imposible, dijo David.
Habían llamado al Inspector de la Policía Javier, conocido íntimo de Willy, por el suceso que había pasado hace escasas dos horas. Javier comprobó que la matrícula del Mercedes había sido dada de baja tres años antes. Dejó un coche patrulla vigilando la zona.
Sonia y David también se pusieron en contacto con Willy. Éste les comunicó que llamaría también a su amigo Inspector.
-¿Qué tal va la noche?, le preguntó Sonia.
-Un poco fría, respondió Willy por su móvil.
-David me ha dicho que la memoria USB se vendió en Marruecos.
-Lo sé, Hall y Sall son marroquíes. Ahora estoy durmiendo entre cartones al lado de Sall. Espero ganarme su confianza poco a poco. De Hall todavía no he averiguado nada. Tened cuidado.
La noche había sido larga. Al igual que la historia que le había contado Sonia a David. Estaba amaneciendo, era sábado.
-Te voy a leer partes de un burofax que mandó Antonio al COIIM. Presta atención.
"Este primer Burofax con número NB00004640141 está enviado a la Junta de Gobierno del COIIM, el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid y no fue respondido. Es una muestra del brutal corporativismo de los Colegios Oficiales. Dice en su apartado primero:
A: la Junta de Gobierno del COIIM
Estimados Señores. En referencia al escrito recibido con nº 2008000794, desearía información y aclaración al respecto de cada uno de los siguientes puntos y cuestiones planteadas:
1. Motivos por los que el COIIM ha ocultado repetida y deliberadamente a Taller Autocalidad el hecho de que los proyectos 200417373 y 200417617, realizados por el Sr. Ingeniero Colegiado D. González Carvajal, con nº de colegiación 110984, no están visados conforme el artículo 6 del R/D 1332/2000, de 7 de julio, puesto que se han realizado sin tener en cuenta en el 200417373 la ITC BT 29 del Real Decreto 842/2002, por lo que el COIIM no ha contemplado la Normativa aplicable, la de locales con riesgo de incendio y explosión, ni ha corregido los proyectos, más dada la calidad gráfica y la cantidad de errores que tienen, incluyendo en su Memoria y Cálculos, Planos y particularmente, en su esquema unifilar, donde hay dos denominaciones: cabina y aspirador de pintura, siendo éste por tanto un taller de chapa y pintura, local con riesgo de incendio y explosión al cual hay que hacer proyecto industrial específico según ITC BT 29."
-¿Qué te parece?, dijo Sonia después de leer el primer apartado del Burofax.
-Corporativismo puro y duro del COIIM y algo mucho más grave, concluyó David.
-¿No contestó el COIIM?, volvió a preguntar.
-No, no contestó.
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El Corporativismo del COIIM (VIII)
"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
David acompañó a Sonia hasta la salida del pub y esperó a que se dirigiera a su coche. Observó la calle, era de madrugada y algunas farolas estaban apagadas. La penumbra le inquietó. Vio por el rabillo del ojo que en el otro lado de la calle y en sentido contrario hacia donde había aparcado Sonia su coche que tres individuos se estaban metiendo en su vehículo.
Era un Mercedes gris oscuro, de la caja antigua, no el modelo moderno de líneas onduladas. Justo cuando arrancó Sonia, el Mercedes salió de su aparcamiento. Algo inquietó y asustó a David después del comentario que le hizo su amiga. Era algo más que eso, pues salieron juntos durante una temporada. Derecho a roce, decía David.
Tenía su moto aparcada casi en la entrada del pub. Arrancó y se dispuso a ir tras Sonia. Se dio cuenta que el Mercedes seguía los mismos pasos que ella.
Calculó que Sonia tardaría en llegar a su casa aproximadamente media hora. Ahora estaba seguro de que el Mercedes la seguía a una distancia prudencial. Y sabía también que ya la habrían seguido alguna que otra vez puesto que iban a una o dos manzanas de distancia y en los cruces por donde giraba Sonia, sin ellos verla, se desviaban por el mismo camino. Aceleró su moto y tomó otras calles paralelas para presentarse antes que nadie en el edificio donde vivía ella.
En algo más de diez minutos llegó y localizó un camión donde poder esconderse. Afortunadamente, había uno que le protegería de ojos curiosos a escasos veinte metros de las escaleras de entrada. Esperó.
Un coche entró en la calle. Era Sonia. Tardó en localizar un sitio donde aparcar, a pesar de que era un barrio residencial donde todos los edificios tenían plaza de garage. Observó también que en la calle había entrado el Mercedes, el cual se quedó en doble fila a unos veinte metros de la residencia. A David le daba muy mala espina.
La quedaban menos de cincuenta metros para llegar a su casa y ya estaba buscando en su bolso las llaves de entrada a la comunidad. Los tres individuos del Mercedes salieron y fueron en su misma dirección. Quedaba poco para que se cruzaran sus caminos y David juzgó que era el momento de intervenir. Interpuso con una maniobra un tanto brusca, saltando el bordillo, su moto entre Sonia y el grupo que se dirigía a ella y gritó:
-¡Sonia!
En ese momento, el grupo se paró y se miraron entre ellos mientras David se encaraba a ellos. Sonia había sacado su pistola y fue corriendo a ponerse al lado de su ex novio.
-¡Qué pasa!, dijo Sonia enfrentándose a ellos.
Uno de ellos pronunció unas palabras que no entendieron ambos. Los otros dos habían llevado sus manos al interior de sus abrigos. Sonia estaba preparada para disparar al menor movimiento. Los tres se dieron media vuelta y tranquilamente se marcharon a su coche.
-¡Eh! ¿Quiénes sois?, gritó David, obteniendo un silencio por respuesta, solo roto por las pisadas y los tres portazos que dieron una vez se introdujeron en el Mercedes.
Sonia tomó la matrícula mentalmente.
-¿Me quieres explicar qué demonios está pasando?, preguntó David.
-¿Te puedes quedar hoy en mi casa?, respondió Sonia con otra pregunta.
David acompañó a Sonia hasta la salida del pub y esperó a que se dirigiera a su coche. Observó la calle, era de madrugada y algunas farolas estaban apagadas. La penumbra le inquietó. Vio por el rabillo del ojo que en el otro lado de la calle y en sentido contrario hacia donde había aparcado Sonia su coche que tres individuos se estaban metiendo en su vehículo.
Era un Mercedes gris oscuro, de la caja antigua, no el modelo moderno de líneas onduladas. Justo cuando arrancó Sonia, el Mercedes salió de su aparcamiento. Algo inquietó y asustó a David después del comentario que le hizo su amiga. Era algo más que eso, pues salieron juntos durante una temporada. Derecho a roce, decía David.
Tenía su moto aparcada casi en la entrada del pub. Arrancó y se dispuso a ir tras Sonia. Se dio cuenta que el Mercedes seguía los mismos pasos que ella.
Calculó que Sonia tardaría en llegar a su casa aproximadamente media hora. Ahora estaba seguro de que el Mercedes la seguía a una distancia prudencial. Y sabía también que ya la habrían seguido alguna que otra vez puesto que iban a una o dos manzanas de distancia y en los cruces por donde giraba Sonia, sin ellos verla, se desviaban por el mismo camino. Aceleró su moto y tomó otras calles paralelas para presentarse antes que nadie en el edificio donde vivía ella.
En algo más de diez minutos llegó y localizó un camión donde poder esconderse. Afortunadamente, había uno que le protegería de ojos curiosos a escasos veinte metros de las escaleras de entrada. Esperó.
Un coche entró en la calle. Era Sonia. Tardó en localizar un sitio donde aparcar, a pesar de que era un barrio residencial donde todos los edificios tenían plaza de garage. Observó también que en la calle había entrado el Mercedes, el cual se quedó en doble fila a unos veinte metros de la residencia. A David le daba muy mala espina.
La quedaban menos de cincuenta metros para llegar a su casa y ya estaba buscando en su bolso las llaves de entrada a la comunidad. Los tres individuos del Mercedes salieron y fueron en su misma dirección. Quedaba poco para que se cruzaran sus caminos y David juzgó que era el momento de intervenir. Interpuso con una maniobra un tanto brusca, saltando el bordillo, su moto entre Sonia y el grupo que se dirigía a ella y gritó:
-¡Sonia!
En ese momento, el grupo se paró y se miraron entre ellos mientras David se encaraba a ellos. Sonia había sacado su pistola y fue corriendo a ponerse al lado de su ex novio.
-¡Qué pasa!, dijo Sonia enfrentándose a ellos.
Uno de ellos pronunció unas palabras que no entendieron ambos. Los otros dos habían llevado sus manos al interior de sus abrigos. Sonia estaba preparada para disparar al menor movimiento. Los tres se dieron media vuelta y tranquilamente se marcharon a su coche.
-¡Eh! ¿Quiénes sois?, gritó David, obteniendo un silencio por respuesta, solo roto por las pisadas y los tres portazos que dieron una vez se introdujeron en el Mercedes.
Sonia tomó la matrícula mentalmente.
-¿Me quieres explicar qué demonios está pasando?, preguntó David.
-¿Te puedes quedar hoy en mi casa?, respondió Sonia con otra pregunta.
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miércoles, 14 de enero de 2009
El Corporativismo del COIIM (VII)
"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Sonia había salido esa noche a tomar unas copas con sus amigos. Su amigo David le había comentado que la memoria USB había sido vendida en Marruecos según su numeración interna y que el lote correspondiente se había entregado allí haría aproximadamente un año. Anotó en su agenda esa nueva información.
David le hizo unas cuantas preguntas.
-¿Qué es lo que estáis investigando?
-La desaparición de una persona.
-¿Y qué había en la memoria?
Preguntas que Sonia contestó quizás un poco tercamente. No era partidaria de dar mucha información, pero ya que David había ayudado en lo que mejor conocía, lo mejor era corresponderle sin profundizar en exceso.
-Había varios ficheros y uno de ellos también está codificado. No hemos conseguido todavía la clave. He intentado con varias combinaciones pero sin resultado.
-¿Es interesante el caso?, volvió a preguntar David.
La música, sin llegar a altos niveles, hacía que ambos tuvieran que acercarse bastante y casi hablar en voz alta en los oídos. En ese momento estaban poniendo una canción de un grupo llamado Combichrist, el cual gustaba bastante a David, el cual seguía con movimiento rítmico de su cuerpo el retumbar de la percusión de los músicos.
-Bastante interesante. Habíamos cerrado el caso, dándolo por perdido y hace una semana me enteré que mi jefe lo había vuelto a reabrir. Me dió el otro día un susto de muerte. Ahora se ha disfrazado de vagabundo y pasa todas las noches con los mendigos de Torrejón de Ardoz, durmiendo entre cartones para conseguir localizar a dos personas.
-Desde luego, Willy se lo curra. Creo que se lo ha tomado como algo personal. Dijo David.
-Sí. Escucha David.- Sonia se puso seria. -No quiero que comentes nada a nadie, ni a tu mujer, pero he estado leyendo el Diario de Antonio, la persona que estamos buscando, y hay algo muy gordo, sucio y turbio en todo esto.
-¿Y eso?
-Solo decirte que vigiles tu espalda. Cuídate. Me marcho a casa.
Sonia le dio un par de besos. Se dirigió a su coche, arrancó y marchó hacia su casa. No se dio cuenta que un Mercedes Benz color gris oscuro la estaba siguiendo.
Sonia había salido esa noche a tomar unas copas con sus amigos. Su amigo David le había comentado que la memoria USB había sido vendida en Marruecos según su numeración interna y que el lote correspondiente se había entregado allí haría aproximadamente un año. Anotó en su agenda esa nueva información.
David le hizo unas cuantas preguntas.
-¿Qué es lo que estáis investigando?
-La desaparición de una persona.
-¿Y qué había en la memoria?
Preguntas que Sonia contestó quizás un poco tercamente. No era partidaria de dar mucha información, pero ya que David había ayudado en lo que mejor conocía, lo mejor era corresponderle sin profundizar en exceso.
-Había varios ficheros y uno de ellos también está codificado. No hemos conseguido todavía la clave. He intentado con varias combinaciones pero sin resultado.
-¿Es interesante el caso?, volvió a preguntar David.
La música, sin llegar a altos niveles, hacía que ambos tuvieran que acercarse bastante y casi hablar en voz alta en los oídos. En ese momento estaban poniendo una canción de un grupo llamado Combichrist, el cual gustaba bastante a David, el cual seguía con movimiento rítmico de su cuerpo el retumbar de la percusión de los músicos.
-Bastante interesante. Habíamos cerrado el caso, dándolo por perdido y hace una semana me enteré que mi jefe lo había vuelto a reabrir. Me dió el otro día un susto de muerte. Ahora se ha disfrazado de vagabundo y pasa todas las noches con los mendigos de Torrejón de Ardoz, durmiendo entre cartones para conseguir localizar a dos personas.
-Desde luego, Willy se lo curra. Creo que se lo ha tomado como algo personal. Dijo David.
-Sí. Escucha David.- Sonia se puso seria. -No quiero que comentes nada a nadie, ni a tu mujer, pero he estado leyendo el Diario de Antonio, la persona que estamos buscando, y hay algo muy gordo, sucio y turbio en todo esto.
-¿Y eso?
-Solo decirte que vigiles tu espalda. Cuídate. Me marcho a casa.
Sonia le dio un par de besos. Se dirigió a su coche, arrancó y marchó hacia su casa. No se dio cuenta que un Mercedes Benz color gris oscuro la estaba siguiendo.
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El Corporativismo del COIIM (VI)
"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Willy salió de su habitación y se dirigió al despacho, donde Sonia seguía trabajando en otros dos casos de posibles espionajes industriales. Cuando entró, la reacción de Sonia fue gritar y sacar la pistola que llevaba escondida.
Se había vestido de mendigo. Eran las siete de la tarde y la jornada laboral estaba a punto de acabar.
-¡Qué susto! ¿Se puede saber dónde vas vestido así? ¡No te he pegado un tiro de puro milagro!
-Voy a Torrejón de Ardoz. ¿Qué tal voy?
-¡Das miedo! Pero hueles bien. Contestó Sonia.
-No te preocupes, buscaré algún contenedor y me meteré en él.
-¿Qué estás investigando? Preguntó Sonia.
-Disculpa. No he querido decírtelo. ¿Te acuerdas de la memoria USB? Conseguí la clave. Tenemos pruebas y los proyectos industriales que hizo el Ingeniero Proyectista. Y lo que es más importante, el Diario de Antonio hasta el momento en el que desapareció. También tenemos dos Burofax que le envió al COIIM y que no respondieron.
-¿Supones que Antonio es un mendigo?
Willy contestó con un ligero encogimiento de hombros. Le dijo a Sonia que podía irse cuando quisiera. Le entregó una copia de los ficheros de la memoria y le comentó que haría bien en estudiar todo lo que en ellos se decía.
-He reabierto el caso. No digas nada a nadie. A propósito, mañana necesitaría que buscaras todo lo que pasó en el accidente de coche de la mujer de Antonio. Si es necesario, llama a la Guardia Civil, ponte en contacto también con el Seguro del Vehículo. Pregúntales si tienen fotos, lo que sea que nos pueda ayudar.
Willy se fue a Torrejón de Ardoz. Cuando llegó, ya era entrada la tarde-noche. Se habían encendido las luces. Mientras la gente se apartaba de él, prestaba atención a los posibles sitios donde los mendigos se reunían. Uno de ellos era la Plaza donde se encontraba el Tren de Cercanías y la Estación de Autobuses. Tendría que familiarizarse con la zona. Fue a un contenedor. Todavía se reía del comentario de Sonia.
Willy salió de su habitación y se dirigió al despacho, donde Sonia seguía trabajando en otros dos casos de posibles espionajes industriales. Cuando entró, la reacción de Sonia fue gritar y sacar la pistola que llevaba escondida.
Se había vestido de mendigo. Eran las siete de la tarde y la jornada laboral estaba a punto de acabar.
-¡Qué susto! ¿Se puede saber dónde vas vestido así? ¡No te he pegado un tiro de puro milagro!
-Voy a Torrejón de Ardoz. ¿Qué tal voy?
-¡Das miedo! Pero hueles bien. Contestó Sonia.
-No te preocupes, buscaré algún contenedor y me meteré en él.
-¿Qué estás investigando? Preguntó Sonia.
-Disculpa. No he querido decírtelo. ¿Te acuerdas de la memoria USB? Conseguí la clave. Tenemos pruebas y los proyectos industriales que hizo el Ingeniero Proyectista. Y lo que es más importante, el Diario de Antonio hasta el momento en el que desapareció. También tenemos dos Burofax que le envió al COIIM y que no respondieron.
-¿Supones que Antonio es un mendigo?
Willy contestó con un ligero encogimiento de hombros. Le dijo a Sonia que podía irse cuando quisiera. Le entregó una copia de los ficheros de la memoria y le comentó que haría bien en estudiar todo lo que en ellos se decía.
-He reabierto el caso. No digas nada a nadie. A propósito, mañana necesitaría que buscaras todo lo que pasó en el accidente de coche de la mujer de Antonio. Si es necesario, llama a la Guardia Civil, ponte en contacto también con el Seguro del Vehículo. Pregúntales si tienen fotos, lo que sea que nos pueda ayudar.
Willy se fue a Torrejón de Ardoz. Cuando llegó, ya era entrada la tarde-noche. Se habían encendido las luces. Mientras la gente se apartaba de él, prestaba atención a los posibles sitios donde los mendigos se reunían. Uno de ellos era la Plaza donde se encontraba el Tren de Cercanías y la Estación de Autobuses. Tendría que familiarizarse con la zona. Fue a un contenedor. Todavía se reía del comentario de Sonia.
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riesgo,
seguridad
martes, 13 de enero de 2009
El Corporativismo del COIIM (V)
"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Habían transcurrido otros dos meses. A Willy solo le preocupaba el motivo principal por el que le contrataron. Y tuvo que desistir por la falta de información. Dos meses leyendo el fichero que ponía "Diario" confirmaban todos los datos que disponían.
No le había dicho a Sonia que había vuelto a reabrir el caso. Le dedicó tiempo de su vida privada para desentrañar el misterio de la desaparición de Antonio.
Le sorprendió enormemente la ingenuidad que demostraba en el "Diario". Concordaba todo. El Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid había visado los proyectos por error, por mala praxis. Antonio recurrió a ellos debido a la cantidad de errores que se había encontrado durante el proceso de instalación.
Y el COIIM había sentenciado que los proyectos, en especial el 200417373, eran correctos y no precisaban de ninguna corrección. Antonio no estaba de acuerdo y les envió numerosos escritos para que se lo confirmaran, incluyendo dos Burofax que no fueron respondidos por el Colegio Profesional, dando muestras de un Corporativismo absurdo. Antonio había adjuntado esos numerosos escritos al "Diario".
No obstante, confió en el dictamen del COIIM y prosiguió con la instalación eléctrica. Se produjo el accidente y Antonio fue encarcelado y acusado de homicidio con imprudencia de nueve personas. La investigación fue complicada. Los cuerpos habían quedado completamente calcinados y fue imposible identificarlos en base a las pruebas de ADN. Las naves industriales quedaron prácticamente reducidas a escombros. Todo se perdió. Los seguros reclamaron los daños y perjuicios causados. La vida se le vino encima y simplemente, Antonio desapareció un día antes del Juicio. Muchos problemas tuvo a posteriori.
Además, perdió también a su mujer en un accidente de coche en extrañas circunstancias. Pediría a Sonia que investigara ese accidente.
Dos meses antes de la Vista, Antonio acudió al COIIM y fue tratado como mostraba la grabación que hizo:
Fue expulsado basándose en una denuncia falsa que no le llegó. Y antes de la Vista, desapareció.
Willy había leído y comprobado los numerosos errores que se habían encontrado en la instalación. No era normal que un Ingeniero Industrial tuviera tantos errores sin que hubiera un motivo concreto. Ahora conocía de primera mano todos los errores. Era imposible que a esa instalación eléctrica le hubieran dado los pertinentes permisos.
Y según la investigación pericial del accidente, parecía que todo se había producido en los cables del cuadro nº 4. Willy lo pudo corroborar. Todo era cierto.
Pero no había encontrado ninguna pista sobre el paradero de Antonio, el motivo principal por el que la familia García le contrató y ante la ausencia de pruebas, finalizó la investigación.
Seguía anotando datos. Se había leído el "Diario" dos veces. Más pistas para localizarle. Sí, había encontrado unas vagas referencias a unos amigos, de personas que Willy debería investigar. Se llamaban Hall y Sall. Pero, ¿cómo dar con ellos? Procedía una investigación a fondo en Torrejón de Ardoz.
Habían transcurrido otros dos meses. A Willy solo le preocupaba el motivo principal por el que le contrataron. Y tuvo que desistir por la falta de información. Dos meses leyendo el fichero que ponía "Diario" confirmaban todos los datos que disponían.
No le había dicho a Sonia que había vuelto a reabrir el caso. Le dedicó tiempo de su vida privada para desentrañar el misterio de la desaparición de Antonio.
Le sorprendió enormemente la ingenuidad que demostraba en el "Diario". Concordaba todo. El Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid había visado los proyectos por error, por mala praxis. Antonio recurrió a ellos debido a la cantidad de errores que se había encontrado durante el proceso de instalación.
Y el COIIM había sentenciado que los proyectos, en especial el 200417373, eran correctos y no precisaban de ninguna corrección. Antonio no estaba de acuerdo y les envió numerosos escritos para que se lo confirmaran, incluyendo dos Burofax que no fueron respondidos por el Colegio Profesional, dando muestras de un Corporativismo absurdo. Antonio había adjuntado esos numerosos escritos al "Diario".
No obstante, confió en el dictamen del COIIM y prosiguió con la instalación eléctrica. Se produjo el accidente y Antonio fue encarcelado y acusado de homicidio con imprudencia de nueve personas. La investigación fue complicada. Los cuerpos habían quedado completamente calcinados y fue imposible identificarlos en base a las pruebas de ADN. Las naves industriales quedaron prácticamente reducidas a escombros. Todo se perdió. Los seguros reclamaron los daños y perjuicios causados. La vida se le vino encima y simplemente, Antonio desapareció un día antes del Juicio. Muchos problemas tuvo a posteriori.
Además, perdió también a su mujer en un accidente de coche en extrañas circunstancias. Pediría a Sonia que investigara ese accidente.
Dos meses antes de la Vista, Antonio acudió al COIIM y fue tratado como mostraba la grabación que hizo:
Fue expulsado basándose en una denuncia falsa que no le llegó. Y antes de la Vista, desapareció.
Willy había leído y comprobado los numerosos errores que se habían encontrado en la instalación. No era normal que un Ingeniero Industrial tuviera tantos errores sin que hubiera un motivo concreto. Ahora conocía de primera mano todos los errores. Era imposible que a esa instalación eléctrica le hubieran dado los pertinentes permisos.
Y según la investigación pericial del accidente, parecía que todo se había producido en los cables del cuadro nº 4. Willy lo pudo corroborar. Todo era cierto.
Pero no había encontrado ninguna pista sobre el paradero de Antonio, el motivo principal por el que la familia García le contrató y ante la ausencia de pruebas, finalizó la investigación.
Seguía anotando datos. Se había leído el "Diario" dos veces. Más pistas para localizarle. Sí, había encontrado unas vagas referencias a unos amigos, de personas que Willy debería investigar. Se llamaban Hall y Sall. Pero, ¿cómo dar con ellos? Procedía una investigación a fondo en Torrejón de Ardoz.
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seguridad
jueves, 8 de enero de 2009
El Corporativismo del COIIM (IV)
"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Willy se despertó en medio de un baño de sudor. Eran las tres de la mañana. Habían pasado tres meses desde la entrevista con la familia García para comunicarles que el caso para el que le habían contratado lo daba por perdido y por añadidura, por finalizado.
Sonia y Willy habían comunicado todos los datos entre los sollozos de la familia. No existían pruebas para comprobar la veracidad de todo lo que conocían y habían investigado.
Acababa de tener una pesadilla pero no lograba recordar lo que había soñado. Encendió la luz de la lámpara de su mesita de noche. Se levantó y fue a prepararse una manzanilla. Tardó poco y se sentó frente a la pantalla del portátil que se encontraba en la mesa de su dormitorio. Estaba viendo el sobre que recibió meses antes y observaba la memoria USB.
Sus ojos se dirigían al nombre que ponía en el sobre y después a la memoria USB. No podría ser tan sencillo. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Encendió el portátil e introdujo la memoria. Abrió la carpeta observando el fichero denominado "Juguemos".
Habían intentado conseguir la contraseña y los resultados fueron completamente infructuosos. Pinchó en el fichero comprimido. Apareció una ventana que ponía: "Introduzca la contraseña". Probó: "angel" y el fichero no se abrió. Lo hizo ahora con mayúsculas: "Angel" y el mismo resultado.
Vió que en el sobre se había caligrafiado "Ángel" e introdujo su nombre tal cual, con la tilde. La carpeta se descomprimió. No se lo podía creer. ¿Cómo podía haber sido tan estúpido? A veces, pensó, la respuesta más sencilla es la que menos imaginamos.
El fichero "Juguemos" se descomprimió en la misma memoria. Ahora aparecían cinco ficheros denominados:
-"Diario" en formato de texto.
-"Proyecto 200417373" en el conocido formato pdf.
-"Proyecto 200417617" en el mismo formato que el anterior.
-"COIIM.avi" de un video.
-"Sigamos jugando" en formato comprimido.
Probó primero con el fichero COIIM.avi y se abrió una nueva ventana para reproducirlo. Era el video íntegro tal cual había sido grabado. En él se decía por parte de una voz que habían denunciado a Antonio. Y Willy sabía positivamente que era una denuncia falsa. Observó que era el mismo video que le habían enviado a Sonia en un CD:
Probó el fichero "Sigamos jugando" y ante su frustración, comprobó que también requería una clave. No le prestó de momento mayor atención y abrió los ficheros de los proyectos industriales 200417373 y 200417617.
-¡Dios! ¡Existen los proyectos y ya los tenemos!, exclamó Willy.
Tiró la manzanilla y fue a la nevera para coger unos cuantos cubitos de hielo. Se puso un pelotazo tan contento y se dispuso a leer los proyectos. Era cierto, el COIIM había visado unos proyectos para un taller de chapa y pintura con la consideración por parte del Ingeniero Proyectista de que se podían hacer como si fueran un "local de entretenimiento".
No le prestó la mayor atención y se dispuso a leer el fichero denominado "Diario". La noche iba a ser muy larga y bebió un poco del licor.
Willy se despertó en medio de un baño de sudor. Eran las tres de la mañana. Habían pasado tres meses desde la entrevista con la familia García para comunicarles que el caso para el que le habían contratado lo daba por perdido y por añadidura, por finalizado.
Sonia y Willy habían comunicado todos los datos entre los sollozos de la familia. No existían pruebas para comprobar la veracidad de todo lo que conocían y habían investigado.
Acababa de tener una pesadilla pero no lograba recordar lo que había soñado. Encendió la luz de la lámpara de su mesita de noche. Se levantó y fue a prepararse una manzanilla. Tardó poco y se sentó frente a la pantalla del portátil que se encontraba en la mesa de su dormitorio. Estaba viendo el sobre que recibió meses antes y observaba la memoria USB.
Sus ojos se dirigían al nombre que ponía en el sobre y después a la memoria USB. No podría ser tan sencillo. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Encendió el portátil e introdujo la memoria. Abrió la carpeta observando el fichero denominado "Juguemos".
Habían intentado conseguir la contraseña y los resultados fueron completamente infructuosos. Pinchó en el fichero comprimido. Apareció una ventana que ponía: "Introduzca la contraseña". Probó: "angel" y el fichero no se abrió. Lo hizo ahora con mayúsculas: "Angel" y el mismo resultado.
Vió que en el sobre se había caligrafiado "Ángel" e introdujo su nombre tal cual, con la tilde. La carpeta se descomprimió. No se lo podía creer. ¿Cómo podía haber sido tan estúpido? A veces, pensó, la respuesta más sencilla es la que menos imaginamos.
El fichero "Juguemos" se descomprimió en la misma memoria. Ahora aparecían cinco ficheros denominados:
-"Diario" en formato de texto.
-"Proyecto 200417373" en el conocido formato pdf.
-"Proyecto 200417617" en el mismo formato que el anterior.
-"COIIM.avi" de un video.
-"Sigamos jugando" en formato comprimido.
Probó primero con el fichero COIIM.avi y se abrió una nueva ventana para reproducirlo. Era el video íntegro tal cual había sido grabado. En él se decía por parte de una voz que habían denunciado a Antonio. Y Willy sabía positivamente que era una denuncia falsa. Observó que era el mismo video que le habían enviado a Sonia en un CD:
Probó el fichero "Sigamos jugando" y ante su frustración, comprobó que también requería una clave. No le prestó de momento mayor atención y abrió los ficheros de los proyectos industriales 200417373 y 200417617.
-¡Dios! ¡Existen los proyectos y ya los tenemos!, exclamó Willy.
Tiró la manzanilla y fue a la nevera para coger unos cuantos cubitos de hielo. Se puso un pelotazo tan contento y se dispuso a leer los proyectos. Era cierto, el COIIM había visado unos proyectos para un taller de chapa y pintura con la consideración por parte del Ingeniero Proyectista de que se podían hacer como si fueran un "local de entretenimiento".
No le prestó la mayor atención y se dispuso a leer el fichero denominado "Diario". La noche iba a ser muy larga y bebió un poco del licor.
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miércoles, 7 de enero de 2009
El Corporativismo del COIIM (III)
"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
-¿Qué tal la entrevista?, preguntó Sonia.
Willy estaba contento. Generalmente, cuando se encontraba así demostraba un ligero carácter socarrón. Le contestó entre ligeras sonrisas:
-¡Me han tratado exactamente igual que si fuera un ciudadano de tercera!
-¿No te han dicho nada ni proporcionado copia de los proyectos?
-En cuanto les he dicho que soy detective privado, han llamado a dos gorilas y me han expulsado del local, contestó Willy.
-¡No me lo creo!
-¡Créetelo! ¿Has seguido probando con la contraseña del fichero "Juguemos"?
-No hemos averiguado nada. He enviado copia del fichero a varios amigos y todos coinciden con lo mismo que me dijo David.
-¿Has probado con los nombres de la familia?
-Todavía no, lo intentaré.
Willy pensaba que ese fichero era parte de la clave para contestar muchas preguntas. Ahora se hallaba en un callejón sin salida. La investigación tendría que ser paralizada. La familia García le había dado todos los datos disponibles. Existía un completo mutismo alrededor de los proyectos industriales. No se sabía siquiera quién era el Ingeniero Proyectista que los había realizado y la falta de colaboración del Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales era patente. Ellos lo sabían pero en las investigaciones judiciales, manifestaron desconocer absolutamente nada del caso.
Leyó las declaraciones que habían efectuado tanto la Junta de Gobierno, el Decano y el Director del COIIM:
"Nosotros, el COIIM, visamos los proyectos según la Normativa vigente, lo cual es una garantía para la Sociedad."
"Desconocemos los datos preceptivos imprescindibles para saber lo que ocurrió en el accidente."
"No podemos efectuar ninguna valoración si no disponemos de ningún dato sobre quién fue el Ingeniero Proyectista que realizó esos proyectos."
Willy intuía que todo el asunto se le escapó de las manos al COIIM y que pasaron directamente a una táctica defensiva tan bochornosa que eran capaces de echar a cualquier ciudadano que preguntara sobre los proyectos 200417373 y 200417617. Y ahora parece que el COIIM corroboraba lo mismo que le había dicho a la Justicia, que desconocía todos los datos referentes a ello.
Willy pensó que si en el Colegio Oficial no tenían copia de esos proyectos, bien podrían ser una farsa de alguien que les estaba confundiendo. Solo tenían un CD en el que los datos eran a todas luces insuficientes para resolver algo. Y ahora una memoria USB con un fichero llamado "Juguemos".
Estaba en un callejón sin salida. Volvió a pensar que lo mejor que podría hacer era ponerse en contacto con la familia y dar el asunto por finalizado. Lo que más le fastidiaba a Willy era la completa desaparición de Antonio. Era como si se hubiera desintegrado, como si le hubieran metido en un foso con cal viva.
Llamó a Sonia y dijo:
-Creo que vamos a dar por finalizado este caso. No sé por dónde seguir.
Se sentía casi derrotado y a la vez contento porque se le acumulaban otros casos a los que podría destinar más tiempo.
-¿Qué tal la entrevista?, preguntó Sonia.
Willy estaba contento. Generalmente, cuando se encontraba así demostraba un ligero carácter socarrón. Le contestó entre ligeras sonrisas:
-¡Me han tratado exactamente igual que si fuera un ciudadano de tercera!
-¿No te han dicho nada ni proporcionado copia de los proyectos?
-En cuanto les he dicho que soy detective privado, han llamado a dos gorilas y me han expulsado del local, contestó Willy.
-¡No me lo creo!
-¡Créetelo! ¿Has seguido probando con la contraseña del fichero "Juguemos"?
-No hemos averiguado nada. He enviado copia del fichero a varios amigos y todos coinciden con lo mismo que me dijo David.
-¿Has probado con los nombres de la familia?
-Todavía no, lo intentaré.
Willy pensaba que ese fichero era parte de la clave para contestar muchas preguntas. Ahora se hallaba en un callejón sin salida. La investigación tendría que ser paralizada. La familia García le había dado todos los datos disponibles. Existía un completo mutismo alrededor de los proyectos industriales. No se sabía siquiera quién era el Ingeniero Proyectista que los había realizado y la falta de colaboración del Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales era patente. Ellos lo sabían pero en las investigaciones judiciales, manifestaron desconocer absolutamente nada del caso.
Leyó las declaraciones que habían efectuado tanto la Junta de Gobierno, el Decano y el Director del COIIM:
"Nosotros, el COIIM, visamos los proyectos según la Normativa vigente, lo cual es una garantía para la Sociedad."
"Desconocemos los datos preceptivos imprescindibles para saber lo que ocurrió en el accidente."
"No podemos efectuar ninguna valoración si no disponemos de ningún dato sobre quién fue el Ingeniero Proyectista que realizó esos proyectos."
Willy intuía que todo el asunto se le escapó de las manos al COIIM y que pasaron directamente a una táctica defensiva tan bochornosa que eran capaces de echar a cualquier ciudadano que preguntara sobre los proyectos 200417373 y 200417617. Y ahora parece que el COIIM corroboraba lo mismo que le había dicho a la Justicia, que desconocía todos los datos referentes a ello.
Willy pensó que si en el Colegio Oficial no tenían copia de esos proyectos, bien podrían ser una farsa de alguien que les estaba confundiendo. Solo tenían un CD en el que los datos eran a todas luces insuficientes para resolver algo. Y ahora una memoria USB con un fichero llamado "Juguemos".
Estaba en un callejón sin salida. Volvió a pensar que lo mejor que podría hacer era ponerse en contacto con la familia y dar el asunto por finalizado. Lo que más le fastidiaba a Willy era la completa desaparición de Antonio. Era como si se hubiera desintegrado, como si le hubieran metido en un foso con cal viva.
Llamó a Sonia y dijo:
-Creo que vamos a dar por finalizado este caso. No sé por dónde seguir.
Se sentía casi derrotado y a la vez contento porque se le acumulaban otros casos a los que podría destinar más tiempo.
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El Corporativismo del COIIM (II)
"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Había pasado una semana desde que Sonia había entregado la memoria USB a David, un amigo suyo informático, para que decodificara la clave del fichero llamado "Juguemos". El resultado fue negativo. Según David, todos los programas que había probado para averiguar la contraseña no dieron con ella y parece que estaba basado en una fórmula matemática fractal.
En ese momento, Sonia estaba introduciendo palabras al azar relacionadas con el caso. Había probado con "Taller", "Taller Autocalidad", "Taller Autocalidad, S.L.", "Autocalidad" y así con numerosas combinaciones. Willy estaba seguro que ese fichero, de más de 100 megas de ocupación, iba a resolver muchas preguntas sin respuesta.
Willy ya conocía muchas de esas respuestas, pero no podía asegurar y corroborar que ninguna fuera correcta. Hizo otro intento ese mismo día en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid. Pidió hablar con el Director del COIIM, el Sr. Francisco Ferrosa Bahamonte.
Estaba pensando, mientras esperaba a que le dieran la cita, si el Director del COIIM era familiar o tendría que ver algo con Francisco Franco Bahamonte. La idea le hizo sonreir ligeramente y la desechó de inmediato. Volvió a ponerse serio pues las puertas del ascensor se abrieron.Una mujer salió de él y se presentó:
-Soy Leticia Ortiz, abogada jefe del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, ¿qué desea?
-Me llaman Willy, soy detective privado.- Ambos estrecharon sus manos como forma de presentación. -Me ha contratado la familia García para resolver un caso sobre una desaparición de un familiar. Quería saber si pueden proporcionarme copia de los proyectos industriales 200417373 y 200417617.
La respuesta fue contundente. Willy, en cierto modo, se esperaba algo parecido. La contestación de la abogada fue:
-Lo siento, no podemos proporcionarle copia porque aquí no guardamos copia de los proyectos industriales de nuestros ingenieros colegiados. Le ruego salga de las instalaciones.
Willy hizo una pregunta más.
-¿Y podría decirme quién fue el Ingeniero Proyectista que los hizo?
Willy fue invitado a salir de las instalaciones como respuesta a su última pregunta. La abogada llamó a recepción y dos personas se pusieron detrás de él para expulsarle del Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.
-Si me ponen la mano encima, tendrán problemas. Les dijo Willy.
Y salió de las instalaciones por sus propios medios, mientras dos personas le acompañaban, a escaso medio metro y detrás de él, a la salida. Pensó:
-Exactamente igual a como le pasó a Antonio. El Corporativismo del COIIM es una vergüenza. Se creen los Dioses del Olimpo en su particular montaña.
La situación había sido la misma o casi semejante con la única diferencia de que a Willy le faltó grabarlo:
Un último pensamiento antes de coger el Metro para regresar a su oficina:
-¿A cuánta gente le habrán hecho lo mismo?
Parecía como si la cantinela que utilizaba el COIIM se basaba en un guión escrito previamente. Si el trato del COIIM a los emprendedores es el mismo que le dieron a Antonio, ¿quién va a montar una empresa en este país?
Había pasado una semana desde que Sonia había entregado la memoria USB a David, un amigo suyo informático, para que decodificara la clave del fichero llamado "Juguemos". El resultado fue negativo. Según David, todos los programas que había probado para averiguar la contraseña no dieron con ella y parece que estaba basado en una fórmula matemática fractal.
En ese momento, Sonia estaba introduciendo palabras al azar relacionadas con el caso. Había probado con "Taller", "Taller Autocalidad", "Taller Autocalidad, S.L.", "Autocalidad" y así con numerosas combinaciones. Willy estaba seguro que ese fichero, de más de 100 megas de ocupación, iba a resolver muchas preguntas sin respuesta.
Willy ya conocía muchas de esas respuestas, pero no podía asegurar y corroborar que ninguna fuera correcta. Hizo otro intento ese mismo día en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid. Pidió hablar con el Director del COIIM, el Sr. Francisco Ferrosa Bahamonte.
Estaba pensando, mientras esperaba a que le dieran la cita, si el Director del COIIM era familiar o tendría que ver algo con Francisco Franco Bahamonte. La idea le hizo sonreir ligeramente y la desechó de inmediato. Volvió a ponerse serio pues las puertas del ascensor se abrieron.Una mujer salió de él y se presentó:
-Soy Leticia Ortiz, abogada jefe del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, ¿qué desea?
-Me llaman Willy, soy detective privado.- Ambos estrecharon sus manos como forma de presentación. -Me ha contratado la familia García para resolver un caso sobre una desaparición de un familiar. Quería saber si pueden proporcionarme copia de los proyectos industriales 200417373 y 200417617.
La respuesta fue contundente. Willy, en cierto modo, se esperaba algo parecido. La contestación de la abogada fue:
-Lo siento, no podemos proporcionarle copia porque aquí no guardamos copia de los proyectos industriales de nuestros ingenieros colegiados. Le ruego salga de las instalaciones.
Willy hizo una pregunta más.
-¿Y podría decirme quién fue el Ingeniero Proyectista que los hizo?
Willy fue invitado a salir de las instalaciones como respuesta a su última pregunta. La abogada llamó a recepción y dos personas se pusieron detrás de él para expulsarle del Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.
-Si me ponen la mano encima, tendrán problemas. Les dijo Willy.
Y salió de las instalaciones por sus propios medios, mientras dos personas le acompañaban, a escaso medio metro y detrás de él, a la salida. Pensó:
-Exactamente igual a como le pasó a Antonio. El Corporativismo del COIIM es una vergüenza. Se creen los Dioses del Olimpo en su particular montaña.
La situación había sido la misma o casi semejante con la única diferencia de que a Willy le faltó grabarlo:
Un último pensamiento antes de coger el Metro para regresar a su oficina:
-¿A cuánta gente le habrán hecho lo mismo?
Parecía como si la cantinela que utilizaba el COIIM se basaba en un guión escrito previamente. Si el trato del COIIM a los emprendedores es el mismo que le dieron a Antonio, ¿quién va a montar una empresa en este país?
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domingo, 4 de enero de 2009
El Corporativismo del COIIM (I)
"En parte, la presente video-novela (2ª parte) está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Sonia llegó tarde. Willy le había entregado la tarjeta de crédito de la agencia para que se comprara ropa apropiada que ocultara convenientemente la pistola. Entró y le mostró el traje, de corte impecable, dando una vuelta al completo, tal cual pase de modelos.
Independientemente del cuerpo tan maravilloso que tenía Sonia, Willy pensó que le quedaba estupendamente, además de comprobar que el traje le permitiría realizar a Sonia cualquier tipo de movimiento sin dificultad alguna.
Era realmente ella quien llevaba la agencia. Además de ser licenciada aunque el título de detective privado no fuera reconocido, también era una experta en las artes marciales, en la defensa personal y en el ataque, habiendo realizado, como parte de su entrenamiento, prácticas de tiro. Todos esos estudios habían sido pagados por la agencia. Sonia estaba más capacitado que él, dedujo.
Volvieron ambos al trabajo. Las preguntas sin respuesta concreta habían aumentado en los últimos meses. Ahora le habían enviado una memoria USB codificada a la cual no podía acceder. Unos meses antes, alguien había enviado un sobre con un CD a nombre de Sonia. También la misma táctica pero sin fichero codificado alguno. En él se mostraba la grabación en la que Antonio fue expulsado de manera tan humillante del edificio del COIIM:
Le tenía obsesionado esta grabación. ¿Cómo era posible que el COIIM tratara de forma vejatoria a los ciudadanos que querían montar una empresa?
En el CD que Sonia recibió había también otro fichero, una nota en el que decía que a Antonio no se le permitía la entrada porque el COIIM había presentado una denuncia falsa contra él. Curiosamente, la familia García le había dicho que Antonio no había recibido denuncia alguna y que a ellos no les constaba algo parecido.
Solo sabía que Antonio se encontraba en paradero desconocido y que los esfuerzos por localizarle, tanto de la Justicia como de la agencia, habían sido infructuosos. ¿Dónde estaba Antonio? ¿Qué le habría podido suceder? ¿Era el mismo desaparecido quien le estaba mandando esos ficheros?
Preguntas sin respuesta a añadir en su libreta.
¿Es una nueva forma de Corporativismo salvaje por parte del COIIM tratar así a las personas que invierten sus sueños para crear una empresa?
Demasiadas preguntas sin respuesta. Le dijo a Sonia:
-¿Puedes llamar a algunos de tus amigos informáticos para conseguir la clave de esta memoria que nos dejaron ayer?
-Ahora mismo, contestó ella.
Sonia llegó tarde. Willy le había entregado la tarjeta de crédito de la agencia para que se comprara ropa apropiada que ocultara convenientemente la pistola. Entró y le mostró el traje, de corte impecable, dando una vuelta al completo, tal cual pase de modelos.
Independientemente del cuerpo tan maravilloso que tenía Sonia, Willy pensó que le quedaba estupendamente, además de comprobar que el traje le permitiría realizar a Sonia cualquier tipo de movimiento sin dificultad alguna.
Era realmente ella quien llevaba la agencia. Además de ser licenciada aunque el título de detective privado no fuera reconocido, también era una experta en las artes marciales, en la defensa personal y en el ataque, habiendo realizado, como parte de su entrenamiento, prácticas de tiro. Todos esos estudios habían sido pagados por la agencia. Sonia estaba más capacitado que él, dedujo.
Volvieron ambos al trabajo. Las preguntas sin respuesta concreta habían aumentado en los últimos meses. Ahora le habían enviado una memoria USB codificada a la cual no podía acceder. Unos meses antes, alguien había enviado un sobre con un CD a nombre de Sonia. También la misma táctica pero sin fichero codificado alguno. En él se mostraba la grabación en la que Antonio fue expulsado de manera tan humillante del edificio del COIIM:
Le tenía obsesionado esta grabación. ¿Cómo era posible que el COIIM tratara de forma vejatoria a los ciudadanos que querían montar una empresa?
En el CD que Sonia recibió había también otro fichero, una nota en el que decía que a Antonio no se le permitía la entrada porque el COIIM había presentado una denuncia falsa contra él. Curiosamente, la familia García le había dicho que Antonio no había recibido denuncia alguna y que a ellos no les constaba algo parecido.
Solo sabía que Antonio se encontraba en paradero desconocido y que los esfuerzos por localizarle, tanto de la Justicia como de la agencia, habían sido infructuosos. ¿Dónde estaba Antonio? ¿Qué le habría podido suceder? ¿Era el mismo desaparecido quien le estaba mandando esos ficheros?
Preguntas sin respuesta a añadir en su libreta.
¿Es una nueva forma de Corporativismo salvaje por parte del COIIM tratar así a las personas que invierten sus sueños para crear una empresa?
Demasiadas preguntas sin respuesta. Le dijo a Sonia:
-¿Puedes llamar a algunos de tus amigos informáticos para conseguir la clave de esta memoria que nos dejaron ayer?
-Ahora mismo, contestó ella.
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viernes, 2 de enero de 2009
Así nos va (X)
"En parte, la presente video-novela está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Sonia regresó. Ya era tarde. Colgó su abrigo en la percha que se encontraba a mano derecha de la entrada. Saludó con un escueto ¿hola?, más bien pregunta que exclamación. Willy contestó:
-Estoy en el despacho.
-He estado realizando una pequeña investigación de campo en Alcalá de Henares. Contestó ella.
-¿Has conseguido alguna información?
-Sí, por parte de uno de los bomberos. Hizo una foto con su móvil del incendio que se produjo. ¡Mira!
Sonia le entregó la foto:

-Hizo la foto porque el bombero recordaba que fue su primera intervención y decidió conservarla en su móvil. La imprimimos y aquí la estás viendo. Me hizo una descripción detallada. El incendio se extendió a cinco naves colindantes. La columna de humo se podía ver a más de 50 kilómetros.
Willy observó la fotografía. Se imaginó cómo había sido el incendio y qué había pasado. Le preguntó a Sonia.
-¿Cómo te decidiste a hacer esta investigación de campo?
-Hablé con los bomberos y me dijeron que fuera a hacerles una visita.
-¿Cerraste la puerta con llave al salir?, preguntó de nuevo Willy.
-Sí, consestó escuetamente Sonia.
-¿Estás segura?
-Claro, se me cayeron además las llaves. ¿Por qué?, preguntó Sonia extrañada.
Willy se dirigió a su habitación. Había habilitado su hogar para que fuera la Agencia de Detectives Willy. Abrió la caja fuerte que se encontraba oculta en el armario empotrado. Sacó una pistola y una cincha con dos cargadores además. Se la entregó a Sonia. Le dijo:
-Quiero que vayas a partir de ahora armada. Es una medida de precaución para tu protección.
-¿Y eso?, respondió Sonia.
-Porque cuando llegué hoy del COIIM, la puerta no estaba cerrada correctamente. Solo dí media vuelta a la llave. Además, en el buzón de correo me encontré con este sobre, a mi nombre personal, con una memoria USB y un fichero que no puedo abrir y que se denomina "Juguemos".
No, pensó Willy, no estoy paranoico. ¿Sería la misma persona la que dejó ese sobre y la que entró en la agencia?
Sonia regresó. Ya era tarde. Colgó su abrigo en la percha que se encontraba a mano derecha de la entrada. Saludó con un escueto ¿hola?, más bien pregunta que exclamación. Willy contestó:
-Estoy en el despacho.
-He estado realizando una pequeña investigación de campo en Alcalá de Henares. Contestó ella.
-¿Has conseguido alguna información?
-Sí, por parte de uno de los bomberos. Hizo una foto con su móvil del incendio que se produjo. ¡Mira!
Sonia le entregó la foto:

-Hizo la foto porque el bombero recordaba que fue su primera intervención y decidió conservarla en su móvil. La imprimimos y aquí la estás viendo. Me hizo una descripción detallada. El incendio se extendió a cinco naves colindantes. La columna de humo se podía ver a más de 50 kilómetros.
Willy observó la fotografía. Se imaginó cómo había sido el incendio y qué había pasado. Le preguntó a Sonia.
-¿Cómo te decidiste a hacer esta investigación de campo?
-Hablé con los bomberos y me dijeron que fuera a hacerles una visita.
-¿Cerraste la puerta con llave al salir?, preguntó de nuevo Willy.
-Sí, consestó escuetamente Sonia.
-¿Estás segura?
-Claro, se me cayeron además las llaves. ¿Por qué?, preguntó Sonia extrañada.
Willy se dirigió a su habitación. Había habilitado su hogar para que fuera la Agencia de Detectives Willy. Abrió la caja fuerte que se encontraba oculta en el armario empotrado. Sacó una pistola y una cincha con dos cargadores además. Se la entregó a Sonia. Le dijo:
-Quiero que vayas a partir de ahora armada. Es una medida de precaución para tu protección.
-¿Y eso?, respondió Sonia.
-Porque cuando llegué hoy del COIIM, la puerta no estaba cerrada correctamente. Solo dí media vuelta a la llave. Además, en el buzón de correo me encontré con este sobre, a mi nombre personal, con una memoria USB y un fichero que no puedo abrir y que se denomina "Juguemos".
No, pensó Willy, no estoy paranoico. ¿Sería la misma persona la que dejó ese sobre y la que entró en la agencia?
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incendio,
industrial,
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oficial,
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proyecto,
riesgo,
seguridad
Así nos va (IX)
"En parte, la presente video-novela está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Sonia le llamó. Después de un breve intercambio de palabras, Willy se despidió con un escueto "ten cuidado".
Introdujo la memoria USB en su ordenador portátil personal, el cual no estaba conectado a la red inalámbrica de la oficina. No quería que se introdujera algún código malicioso, como virus o troyanos, en la red del despacho.
Abrió el icono de la memoria y comprobó que había un fichero denominado: "Juguemos". El fichero estaba comprimido en el conocido formato de Winrar. Pinchó en él y se abrió una nueva ventana que le pedía una clave. La desconocía, no obstante, probó con varias palabras, pero sin resultado alguno.
Se descargó de la red algunos recuperadores de contraseña para ese formato de fichero. El resultado fue infructuoso. No lo consiguió.
Sonia tenía algunos amigos que eran programadores, le preguntaría en cuanto llegara sobre si alguno de sus colegas serían tan amables de descodificar la contraseña. Mientras, volvió a meterse en la web del COIIM.
En uno de los banner publicitarios, se podía leer:
"Máster en Ingeniería de Seguridad Contra Incendios".
Willy pensó que si los másters que daban en el COIIM eran como el de escribir a un ciudadano que un taller de chapa y pintura no era un local con riesgo de incendio y explosión al cual no era necesario siquiera hacerle la prescriptiva desclasificación de zonas según la ITC BT 29 del Real Decreto 842/2002, ¿a dónde iríamos a parar?
Consideró que los Ilustres miembros de la Junta de Gobierno solo sabían contar del uno al veintiocho. Lo tenía todo bastante claro, pero el mayor problema era que no podía demostrarlo puesto que no disponía de ninguna copia de los proyectos industriales 200417373 y 200417617, ya que habían quedado reducidos a cenizas en el incendio que se produjo en el polígono industrial de Alcalá de Henares.
¿Cómo demostrarlo? Willy sabía que debía haber alguna copia en las dependencias del COIIM y también en la empresa del Ingeniero Proyectista. Pero de una manera o de otra, no aparecieron en la investigación judicial que se produjo a posteriori del siniestro. Nadie sabía nada. Sólo aparecía una declaración del Director del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid comentando que ellos "visaban según la Normativa aplicable, lo que era una garantía para la Sociedad".
A Willy le pareció un pitorreo. Siguió indagando a la espera de que Sonia regresara. Volvió a poner el video pensando en voz alta:
-Esta es la manera que tiene el COIIM de humillar a los ciudadanos que van a hacer una consulta de carácter técnico. Se creen Dioses en su particular Montaña del Olimpo.
Sonia le llamó. Después de un breve intercambio de palabras, Willy se despidió con un escueto "ten cuidado".
Introdujo la memoria USB en su ordenador portátil personal, el cual no estaba conectado a la red inalámbrica de la oficina. No quería que se introdujera algún código malicioso, como virus o troyanos, en la red del despacho.
Abrió el icono de la memoria y comprobó que había un fichero denominado: "Juguemos". El fichero estaba comprimido en el conocido formato de Winrar. Pinchó en él y se abrió una nueva ventana que le pedía una clave. La desconocía, no obstante, probó con varias palabras, pero sin resultado alguno.
Se descargó de la red algunos recuperadores de contraseña para ese formato de fichero. El resultado fue infructuoso. No lo consiguió.
Sonia tenía algunos amigos que eran programadores, le preguntaría en cuanto llegara sobre si alguno de sus colegas serían tan amables de descodificar la contraseña. Mientras, volvió a meterse en la web del COIIM.
En uno de los banner publicitarios, se podía leer:
"Máster en Ingeniería de Seguridad Contra Incendios".
Willy pensó que si los másters que daban en el COIIM eran como el de escribir a un ciudadano que un taller de chapa y pintura no era un local con riesgo de incendio y explosión al cual no era necesario siquiera hacerle la prescriptiva desclasificación de zonas según la ITC BT 29 del Real Decreto 842/2002, ¿a dónde iríamos a parar?
Consideró que los Ilustres miembros de la Junta de Gobierno solo sabían contar del uno al veintiocho. Lo tenía todo bastante claro, pero el mayor problema era que no podía demostrarlo puesto que no disponía de ninguna copia de los proyectos industriales 200417373 y 200417617, ya que habían quedado reducidos a cenizas en el incendio que se produjo en el polígono industrial de Alcalá de Henares.
¿Cómo demostrarlo? Willy sabía que debía haber alguna copia en las dependencias del COIIM y también en la empresa del Ingeniero Proyectista. Pero de una manera o de otra, no aparecieron en la investigación judicial que se produjo a posteriori del siniestro. Nadie sabía nada. Sólo aparecía una declaración del Director del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid comentando que ellos "visaban según la Normativa aplicable, lo que era una garantía para la Sociedad".
A Willy le pareció un pitorreo. Siguió indagando a la espera de que Sonia regresara. Volvió a poner el video pensando en voz alta:
-Esta es la manera que tiene el COIIM de humillar a los ciudadanos que van a hacer una consulta de carácter técnico. Se creen Dioses en su particular Montaña del Olimpo.
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jueves, 1 de enero de 2009
Así nos va (VIII)
"En parte, la presente video-novela está basada en hechos reales. Sus documentos gráficos así lo demuestran, no habiéndose modificado alguno. Los cargos que aquí se nombran también son ciertos, no así los nombres de las personas, que han sido cambiados para preservar su dignidad y honor."
Willy regresó. Tocó el telefonillo para que Sonia le abriera la puerta de entrada al edificio. No contestó aunque no le pareció extraño. Abrió con su llave y se dirigió a recoger el correo de su buzón. En él había un sobre.
-¡Qué raro!
El sobre no tenía remitente y solo tenía un nombre: Ángel. Hacía mucho tiempo que nadie le llamaba por su verdadero nombre, a excepción de las facturas que recibía. Un ligero abultamiento le indicaba que no era un correo normal. Se abrieron las puertas del ascensor, pulsó su planta y abrió el cierre.
Una memoria USB cayó en su mano. Pensó en la persona que se lo envió. ¿Quién se dedica a mandar memorias USB en un sobre sin remitente y sin sellos? No había ninguna nota. Alguien había entrado en el edificio y lo había introducido en su buzón de correos.
Llegó el ascensor a su destino. Algo andaba mal. Sus sentidos se pusieron en alerta. El cerebro le estaba diciendo: ¡cuidado!. Sintió el peso de su pistola y se desabrochó los tres botones de su camisa para acceder a ella. La sacó desconfiando de todos los ruidos que se producían en las viviendas anexas.
Llegó a la puerta de la oficina. Quitó el seguro de la pistola y tocó el timbre. Nadie contestó. Introdujo la llave con la mano izquierda mientras que con la derecha sostenía la pistola apuntando al suelo. Su cuerpo estaba en tensión, listo para realizar cualquier tipo de maniobra violenta. Notó cómo se le erizaba todo el vello de su cuerpo y cómo se le había puesto la carne de gallina, esos pequeños granos que no lo eran.
Aún así, su pulso no temblaba en absoluto. Giró la llave lentamente y abrió un poco la puerta, lo suficiente para verificar con un rápido recorrido visual de sus ojos que no hubiera nada extraño. Abrió la puerta al completo y volvió a entornarla pero sin cerrarla completamente. No produjo ningún ruido.
Verificó habitación por habitación. Se fijó en una nota que Sonia había escrito en la cual decía:
-Regresaré tarde, he hablado con los Bomberos de Alcalá de Henares. Se acuerdan del incendio y tienen alguna foto.
Willy se relajó. Dejó la pistola encima de la mesa de Sonia poniendo de nuevo el seguro y dio un ligero puñetazo encima de la nota. Vio que ella no se había llevado su móvil.
-¿Me estoy volviendo paranoico?
Cerró la puerta de la oficina.
Willy regresó. Tocó el telefonillo para que Sonia le abriera la puerta de entrada al edificio. No contestó aunque no le pareció extraño. Abrió con su llave y se dirigió a recoger el correo de su buzón. En él había un sobre.
-¡Qué raro!
El sobre no tenía remitente y solo tenía un nombre: Ángel. Hacía mucho tiempo que nadie le llamaba por su verdadero nombre, a excepción de las facturas que recibía. Un ligero abultamiento le indicaba que no era un correo normal. Se abrieron las puertas del ascensor, pulsó su planta y abrió el cierre.
Una memoria USB cayó en su mano. Pensó en la persona que se lo envió. ¿Quién se dedica a mandar memorias USB en un sobre sin remitente y sin sellos? No había ninguna nota. Alguien había entrado en el edificio y lo había introducido en su buzón de correos.
Llegó el ascensor a su destino. Algo andaba mal. Sus sentidos se pusieron en alerta. El cerebro le estaba diciendo: ¡cuidado!. Sintió el peso de su pistola y se desabrochó los tres botones de su camisa para acceder a ella. La sacó desconfiando de todos los ruidos que se producían en las viviendas anexas.
Llegó a la puerta de la oficina. Quitó el seguro de la pistola y tocó el timbre. Nadie contestó. Introdujo la llave con la mano izquierda mientras que con la derecha sostenía la pistola apuntando al suelo. Su cuerpo estaba en tensión, listo para realizar cualquier tipo de maniobra violenta. Notó cómo se le erizaba todo el vello de su cuerpo y cómo se le había puesto la carne de gallina, esos pequeños granos que no lo eran.
Aún así, su pulso no temblaba en absoluto. Giró la llave lentamente y abrió un poco la puerta, lo suficiente para verificar con un rápido recorrido visual de sus ojos que no hubiera nada extraño. Abrió la puerta al completo y volvió a entornarla pero sin cerrarla completamente. No produjo ningún ruido.
Verificó habitación por habitación. Se fijó en una nota que Sonia había escrito en la cual decía:
-Regresaré tarde, he hablado con los Bomberos de Alcalá de Henares. Se acuerdan del incendio y tienen alguna foto.
Willy se relajó. Dejó la pistola encima de la mesa de Sonia poniendo de nuevo el seguro y dio un ligero puñetazo encima de la nota. Vio que ella no se había llevado su móvil.
-¿Me estoy volviendo paranoico?
Cerró la puerta de la oficina.
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