Corrupción en el COIIM: crisis por una estafa.

Cuando tiras una mierda hacia arriba, procura que no te caiga de vuelta: calcula la gravedad. Los hechos que aquí se van a contar son reales, así como los nombres de las personas (públicas) y las empresas.

Acabo de nacer. Por empeño y tesón. Por ilusión y fuerza de voluntad.

¿Alguien se puede imaginar que todo un Decano se dedique al encubrimiento de las estafas de sus Ingenieros Colegiados?

¿Alguien se puede imaginar que todo un Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, el COIIM, se dedique a encubrir los delitos de sus Ingenieros Industriales Colegiados?

Estas dos meras preguntas tienen una respuesta obvia. Pero...

¿Y si fuera cierto? ¿Y si fuera cierto que el actual Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid se dedica al encubrimiento de las estafas? ¿Y si el actual Decano del COIIM se dedica al encubrimiento de los delitos de los empleados que están fijos en la plantilla del Colegio Oficial?

Hagámosnos más preguntas. ¿Quién sería lo suficientemente gilipollas para arriesgarse a poner su prestigio, dignidad y honor, en entredicho, por culpa de un delincuente, y acabar, incluso, en la cárcel, teniendo un sueldazo de narices y un prestigio de pelotas?

Debemos hacer varias consideraciones.

Si afirmo que acabo de nacer, es porque he vivido durante unos años en un auténtico infierno personal. Si afirmo públicamente que he sido estafado por todo un Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, es porque dispongo de las pruebas, las cuales se irán publicando en los próximos posts, con nombres originales.

¿Alguien puede imaginar cómo el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid puede estafar a un simple y vulgar ciudadano?

Realmente la pregunta es: ¿Cómo puede el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid estafar a un ciudadano?

El COIIM tiene como finalidad última ejercer la tutela del correcto ejercicio de la profesión como garantía de los derechos de los ciudadanos.



Ahora, vayan a preguntárselo a algún abogado. Acudan incluso a un Juzgado. La respuesta les sorprenderá porque les dirán: ¡Es imposible!

¿De verdad alguien se cree que hay algo imposible en esta vida?

Aquello que no conozcas la respuesta, siempre acude a mí la siguiente: el dinero.

La respuesta a la pregunta ¿cómo puede el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid estafar a un ciudadano? es, por tanto, obvia: por dinero.

¿Siente Usted, Sr. Decano del COIIM, D. Jesús Rodríguez Cortezo, como empieza a derrumbarse su mundo a su alrededor? Tiene Usted numerosas responsabilidades. Y una de ellas es ejercer la tutela del correcto ejercicio de la profesión de Ingeniero Industrial como garantía de los derechos de los ciudadanos. Lo dice la Ley en su artículo 5 del Real Decreto 1332/2000.

Y todo por un vulgar delincuente de Ingeniero Industrial que decidió colarles en su Departamento de Visados un proyecto estafa. Y ese Departamento de Visados le puso el sello que acredita y certifica que ese proyecto industrial está realizado según la Normativa vigente, ya sea local, comarcal o nacional.

Y a ese proyecto estafa le hicieron una revisión. Y ya sabe el resultado de esa revisión o re-visado: el asesinato de la unidad familiar, el asesinato de los sueños de unos vulgares emprendedores. Porque eso es lo que somos los ciudadanos para Usted, Decano del COIIM, unos vulgares.

El COIIM tiene como finalidad última ejercer la tutela del correcto ejercicio de la profesión como garantía de los derechos de los ciudadanos. Pero conmigo y con mi ex-mujer, se lo pasaron por el forro de los cojones: tanto su Departamento de Visados, como el Responsable de dicho Departamento, D. Ángel Rodríguez. También se lo pasaron por el forro de los huevos el Director del COIIM, D. Francisco Herrera, así como la Comisión de Recursos y la Comisión Deontológica, tanto la Anterior Junta de Gobierno como la Actual, al igual que el Anterior Secretario, D. Miguel Ángel Martínez Lucio.

A todos Ustedes, a los cuales pienso que debo tratar como vulgares delincuentes puesto que así se sentenciaron Ustedes mismos, les voy a tratar exactamente igual a como me tratásteis a mí y a mi ex-mujer, a mí y a mi familia, a mí y a la familia de mi ex-mujer, a mí y a mis amigos. Nos tratásteis como si fuéramos mierdas. Quid pro quo.

Los ciudadanos vulgares no sabemos de leyes, no sabemos de cálculos eléctricos, no sabemos de proyectos industriales de electricidad o de medidas contra incendio. Pero sí sabemos que cuando tiras una mierda hacia arriba, Decano del COIIM, la fuerza de la gravedad actúa convenientemente. Y este ciudadano que acaba de nacer, les va a tratar exactamente igual a como le tratásteis.

¡Que empiece a caer la mierda! Esa mierda son los proyectos industriales con números de visado 200417373 y 200417617, así como las respuestas a los re-visados que efectuaron, al igual que una serie de grabaciones efectuadas en el COIIM mediante cámara oculta.

Es la oscura historia del COIIM, el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid, los cuales sentenciaron que los Talleres de Chapa y Pintura no son, ni serán nunca, locales con riesgo de incendio y explosión en los cuales no se podrán formar nunca ningún tipo de atmósfera explosiva, aunque sean en naves industriales que no dispongan de ventilación forzada, y a las cuales no es necesario hacer sus proyectos industriales para la instalación eléctrica según las prescripciones de la ITC-BT-29 del Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión del Real Decreto 842/2002.

Debemos distinguir entre mala fe y mala praxis. La mala praxis es una equivocación o negligencia de un Ingeniero. La mala fe es intencionada.

¿Siente Usted, Sr. Jesús Rodríguez Cortezo, cómo se va desmoronando su mundo a su alrededor?